Perdida en los brazos del viento
caminando ciega en los tristes remanentes de una noche
caminando ciega en los tristes remanentes de una noche
que nunca acaba de irse.
Flotando en tus pasos como desdibujada
una sombra herida por perros
que merienda su infinita incertidumbre
en sus propios jardines de tiniebla.
Tanto humo te rodea
los relámpagos apenas prenden tus negras nubes
mientras cae tu fría lluvia de cristales.
Quisiera encontrar tu mano
pero hay tantas palabras que no serán dichas por nadie...
Prometo igual correr por el inhóspito sendero
en tu constante e inflexible búsqueda.
Con una mano acaricio el helado rocío
e intento inventarte un nombre...
No lo recuerdo
o no alcanzo a vislumbrar ese ocaso
esa puesta de sol
donde tu sonrisa en un árbol en llamas
tus ojos plateados son lunas
que como gallos quiebran los vidrios de mi espera.
Llamaré a números que no existen
le escribiré al vacío de tu instantánea ausencia
y leeré las paginas en blanco
de ésta otra noche sin vos
sin nosotros, sin nadie.
una sombra herida por perros
que merienda su infinita incertidumbre
en sus propios jardines de tiniebla.
Tanto humo te rodea
los relámpagos apenas prenden tus negras nubes
mientras cae tu fría lluvia de cristales.
Quisiera encontrar tu mano
pero hay tantas palabras que no serán dichas por nadie...
Prometo igual correr por el inhóspito sendero
en tu constante e inflexible búsqueda.
Con una mano acaricio el helado rocío
e intento inventarte un nombre...
No lo recuerdo
o no alcanzo a vislumbrar ese ocaso
esa puesta de sol
donde tu sonrisa en un árbol en llamas
tus ojos plateados son lunas
que como gallos quiebran los vidrios de mi espera.
Llamaré a números que no existen
le escribiré al vacío de tu instantánea ausencia
y leeré las paginas en blanco
de ésta otra noche sin vos
sin nosotros, sin nadie.
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