No sé quien sos. La verdad mucho me ha costado olvidarte hasta este punto y no voy a volver atrás, ya no se si lamento que todo haya sido así. Te extrañé hasta sangrar, pero ahora no, ya no más y mi absoluta indiferencia se va a prolongar hasta que esté seguro que ya no vas a poder lastimarme. No te recuerdo, no recuerdo que se sentía dormir con vos ni despertarme a tu lado, ni amarte con todas mis células vivas, pero se que así estoy a salvo. No sé ni a quien le estoy escribiendo. Sfmysoul no dice absolutamente nada para mi. Casi ni te reconozco en la cara de mi hijo. Y acordate que los trastornos de su personalidad son los frutos esperables de las decisiones que tomaste, tan bien aconsejada por aquellos cuyas vidas son tan perfectas y tan faltas de problemas que tienen cara y coraje para intervenir en las decisiones del corazón de los otros.
Yo deseo con todas mis ganas terminar de hacer mi cuarto acá para poder traerlo a dormir conmigo y no tener que pisar nunca mas tu casa, salvo por un tema puntual. Ya no quiero pensar ni repasar una vez más los planes que tenía contigo porque de hacerlo termino siempre viéndome al espejo como el reverendo imbécil que soy por creer con toda mi fe que la vida con vos era posible. Lo único que sé es que mi conciencia está totalmente limpia por haberlo intentado de la mejor manera que pude, de la manera que vos jamas lo hiciste, con un animo absolutamente conciliatorio, dispuesto a dejar de lado los tragos amargos del pasado y con muchas ganas de hacer nuestra vida juntos desde cero, pero bueno, el resto es historia, te cagaste en mí, y te confundiste mucho al decidir que era lo mejor para tu hijo. Así te digo que yo lo intenté, con todo el amor de mi alma quise lo mejor para los tres, pero ta, se ve que vos tampoco me conoces un carajo y que para vos vale más lo que digan los terceros que la ley natural del amor.
Yo deseo con todas mis ganas terminar de hacer mi cuarto acá para poder traerlo a dormir conmigo y no tener que pisar nunca mas tu casa, salvo por un tema puntual. Ya no quiero pensar ni repasar una vez más los planes que tenía contigo porque de hacerlo termino siempre viéndome al espejo como el reverendo imbécil que soy por creer con toda mi fe que la vida con vos era posible. Lo único que sé es que mi conciencia está totalmente limpia por haberlo intentado de la mejor manera que pude, de la manera que vos jamas lo hiciste, con un animo absolutamente conciliatorio, dispuesto a dejar de lado los tragos amargos del pasado y con muchas ganas de hacer nuestra vida juntos desde cero, pero bueno, el resto es historia, te cagaste en mí, y te confundiste mucho al decidir que era lo mejor para tu hijo. Así te digo que yo lo intenté, con todo el amor de mi alma quise lo mejor para los tres, pero ta, se ve que vos tampoco me conoces un carajo y que para vos vale más lo que digan los terceros que la ley natural del amor.
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