A ésta hora
los demonios tiemblan
de sueño y de insomnio.
Los negros ángeles
comienzan a irse con la aurora.
Y sus frescas fragancias
quedan como flotando.
A ésta hora
la noche es una bailarina
y la luna es una expresión eterna.
Un recuerdo de tus brazos
de tantos brazos...
Un recuerdo de la luz de tus ojos
otra noche, idéntica a ésta
pero tan distinta...
No había entonces
una sola palabra
que pudiera contener
a aquella maravillosa brisa
a aquel indescriptible rumor de aguas.
Estos años, aquellos años.
Los años que vendrán.
Quizá todo se funda
o a lo peor quedará flotando
como una palabra,
como un lamento
o como una sonrisa,
atrapada en su vuelo sin forma,
de pocos segundos contados.
Pero a ésta hora
el aire habla de todo aquello
de aquellas noches,
de las que vendrán
y de las que nunca fueron
los demonios tiemblan
de sueño y de insomnio.
Los negros ángeles
comienzan a irse con la aurora.
Y sus frescas fragancias
quedan como flotando.
A ésta hora
la noche es una bailarina
y la luna es una expresión eterna.
Un recuerdo de tus brazos
de tantos brazos...
Un recuerdo de la luz de tus ojos
otra noche, idéntica a ésta
pero tan distinta...
No había entonces
una sola palabra
que pudiera contener
a aquella maravillosa brisa
a aquel indescriptible rumor de aguas.
Estos años, aquellos años.
Los años que vendrán.
Quizá todo se funda
o a lo peor quedará flotando
como una palabra,
como un lamento
o como una sonrisa,
atrapada en su vuelo sin forma,
de pocos segundos contados.
Pero a ésta hora
el aire habla de todo aquello
de aquellas noches,
de las que vendrán
y de las que nunca fueron
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