miércoles, julio 02, 2008

Desde la Garita



Seguite deslizando, seguí corriendo fuera de esta masa de niebla. Seguí avanzando en el bosque cerrado y vas a ver que no ves nada y que a su vez tampoco podes ver la nada que unta con sella-rosca todas los irreconciliables vuelcos del destino.La cosa es que desde ésta salida, desde esta roca, desde esta silla no veo tu sombra. Casi dejo de creer cuando no te encontré detrás de aquel sello de violada castidad, cuando no te encontré al doblar la noche de mis discapacidades, casi dejo de creer cuando ví que no había nadie más que yo en esta habitación y en la noche entera y sé que no puedo esperar una palabra tuya que me ayude... ni siquiera una que termine de tirarme para siempre por la garganta de las cosas truncas. Te quedarás callada... y pasaras las noches... lejos. Y no habrá palabra ni suspiro en tu boca de jacintos quebrados que pueda reparar la vajilla rota de nuestras bodas perdidas, pero las rosas caerán a un amanecer de sangres y todas nuestras armas carecerán de sentido y de finalidad y ya no habrá nada, nada más entre tu y yo que nos separe o no nos permita reconocernos en lo más intimo del anonimato.



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