Mejor escribirte acá
Así no mancho de impaciencia
Tu jornada de soles y escritorios
Me parece que el aire tiene
Conductos místicos
Por donde tu calor y el mío
Se llaman, peleando
Batiendo sin control
Las alas de la ventanas
De la nariz
Sin embargo me secuestra la idea
De mi mano abarcando tu espalda
Atajando tus convulsiones
Mientras me hundo tiernamente
En tu carne contrariada de amor
Y de miedo.
Ahogarme en tu saliva
Mientras el mundo explota
Y no nos damos ni cuenta
Deshojar tu vestuario
Con salvaje inclemencia
Y que la piel del abdomen
Se junte dando corriente
Y que tires tus zarpazos
Para que yo te reduzca
Tomándote con cariño
Por el pelo y el cuello.
Entonces basarnos
Somos de un llanto pétreo
Que solo sabe morir
De insoportable antojo
De dos cuerpos que se suman
Y se queman
Y se recrean en batalla
Por todo lo que no es.
Damos a luz
Lo que no es.
Astillar tus escudos
Y que revientes mis arterias
Con tu intensidad de hormiga
Con tu brutalidad de mujer
Con tus alas inmensas
Llenando el cuarto
Abiertas de clímax inmenso
Atravesadas por la luz secreta
De la vida.
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