lunes, agosto 30, 2021

Breve testigo

 Agosto se fue con su usual demora. En un momento la tarde no refrescó y la humedad era un fantasma que no se iba. Me perdí en una noche de reencuentro con ex alumnos del colegio y comí un asado con mi sobrino recién nacido. Algunas diapositivas del pasado fueron contrastadas con la luz de este presente intermedio. Casi sin querer sé un montón sobre los primeros primeros once césares de Roma y sobre la endogámica casa de los Austria. Paso una eternidad arriba del ómnibus y cada vez que tomo el 713, recuerdo una casa en cuchilla alta y una playa que nunca viví. Mi novela avanza a paso seguro y comparto con mi hijo, otra inesperada aventura del conocimiento. Vuelvo a renegar de usar este blog como un diario, pero vuelvo el grueso de mi literatura en en proyectos vivos que me van llevando a través de paisajes nuevos y cantares viejos. Me sorprendió alegremente que hayan crecido las visitas en este rincón olvidado que cumple en estos días, 14 años. 

jueves, agosto 05, 2021

Olvidado tantas veces

 Son las ocho y en las callecitas de adoquines del paso molino, la niebla de anoche se redujo a un vago brillo bajo la responsabilidad del cielo frío y bajo. Este ómnibus me va a llevar a otro, y ese a Santa Lucía del Este otra vez. Entre la abundancia de gorros de lana y camperones, mi corazón es un puñado de recuerdos de su cuerpo, flotando a la deriva. Hace días que la siento como un dolor dulce detrás de mí esternón. Después de haberla olvidado tantas veces vuelve a surgir desde los años ya eternos de su ausencia. Qué no daría yo por una respuesta a mis tantas cartas, por más corta o escrita en una noche de alcohol que fuese, no dejo de doler por el peso de su silencio ya de años.