viernes, diciembre 29, 2017

Lo que pasa en otras mesas

Oiga!!! Cada tanto surgen conversaciones demasiado bellas en las mesas de entorno. Aflora la sensibilidad última de aquel que tiembla, de la bailarina vieja de voz de piedra cascada que en la mesa del bar del amanecer dice: "dejame sentir el temblor, dejame sentir el miedo" y "es que la gola se va y la fama es puro cuento" cantando con registros de la flaca varela, mejor aún, porque esta sucediendo acá. Acá donde vienen los lobos después de atender a "los viejos", a la "gente común", a "las cucarachas". Y en la intimidad de mis fibras secretas, comprendo que cada noche es más larga que la anterior y que de aquí en más, la madrugada va a volverse cada vez más absoluta, mientras que en la otra mesa de afuera, los dos borrachos hablan como Fabián O'neill y dicen cosas de las mujeres de cuyo seno solo han recibido rechazo y humo y negrura. Siguen saliendo cantarolas en portugués, empiezan a pasar los buses y llega, irremediable, el señor gordo y rengo que viene siempre a esta hora y uno de los pibes de la mesa de la bailarina, es tremendo cigarro.
Entonces a la noche siguiente vuelvo, está sucediendo el amanecer y el camino al bar tiene calles donde la voz rebota llena de amor náufrago, voy y escuchando la retirada de siempre, la que nunca me canso de cantarle, buscando, en una de esas, que la pequeña brisa de la noche infierno de calor, llegue hasta su ventana abierta y que ella en su sillón, ojalá sola, la escuche y sobre todo, la sienta. Y suena esa bajada cuando en la mesa de al lado, está uno de los músicos que con brutal pasión ejecuts y vive la bajada que escucho "dejando el corazón ya nos espera en la frontera, dejando el corazón..." y lo saludo y el me conoce t me invita a sentarme a su mesa, en la que oh! Causalidad, hay otros 4 murguistas que conozco. Entonces vuelvo a esperar mi comida, sólo, pero acompañado en forma íntama por el amanecer y, otra vez, la misma murga y la misma murga. 

Entonces la verdad, entonces la celebración de la gracia de haber triplicado mis ingresos me lleva a dejarme ser donde brillan entre humos, las margaritas, lirios y alegrías que rebeldemente, se agarran de un costado del camino. Rodar y sudar, dormir con la mañana, ser feliz, luz para libros que podrian ser ya polvo y son alas entre las dagas de la mañana. Salir y volver, empatar, ganar y perder, todo bajo la misma piel.

miércoles, diciembre 27, 2017

Camilo Fernández

A un poeta de carnaval como cualquiera, una vez se le ocurrió:

"Una flor se hizo humo en tu boca
Y tu boca se hizo humo en mí
Ese beso en el que me contaste
Que el Amor era decir que sí"

Y con eso cierro el boliche, por ahora. 

martes, diciembre 26, 2017

Lo que imagino a veces

  Las cadenas podrían volverse serpentinas y las lágrimas estrellas. El negro antro del silencio podría florecer... Y florecerá. Cuando todo lo demas tome el vuelo que merece y cante el árbol y se duerma la lluvia y la luna con su sonrisa de princesa, derrame su gracia en las veredas y los patios y los balcones del alma. La ciudad espera, siempre espera, con su rosario tembloroso en la mano, espera, acaso aburrida, mirando el cielo, oyendo la densa conversación del mar, espera, entre suspiros y siestas. Pero para los que vivimos, los que nacimos, los que llenos de sangre navegamos las colinas del tiempo, no existen relojes que sean capaces de medir por fuera de sus agujas. Pertenecemos a los bucles, los laberintos, los enigmas, la distorsión maliciosa que traen consigo los ojos y todos sus amigos, somos la vida, la máxima encarnación del tiempo mortal y no nos queda otra que ir surfear sus antojos y designios, cantar lo poco que nos toca, y con un ramo de ciegas violetas, seguir adelante. 

lunes, diciembre 25, 2017

Torta y durazno

Torta y durazno. Los espesos dorados del atardecer se vuelcan en los techos y el celeste parece casi verde. Duraznos en derretimiento, torta y durazno. Alguien viene por las calles de la Aduana cantando y haciendo picar una pelota, que con elegancia navideña se va con su doppler rumo a la otra rambla. Acá un murmullo eléctrico y el vaivén de los peces... Tu nombre da vueltas por el techo arriba mío y yo quisiera fumar, pero recién fumé, entonces no quiero. Tengo una Blonde en el freezer, huyendo del caldo de sal que es el aire a esta hora, solo hay una brisa casi inmóvil que sostiene los edificios bajos, los que dan al Río de la Plata. Montevideo guarda, en estas pocas cuadras, su secreto corazón amurallado, su bote de madera, sus dedos de sables y los cañones más decrépitos. Habita permanente el moho de cada medalla, en el corazón de cada reina de carnaval, la ciudad y la sangre, las hogueras y los látigos, todo eso es la tarde en la que escribo, más aún, es también todo lo que no es. 


Entonces las grutas despiertan de su ceguera por un instante, grandes babosas cubren los duraznos y la torta y sé, que afortunadamente, en 12 minutos la catedral va a dar las 7, o debería darla, a menos que tengan libre el 25 se diciembre, en ese caso no sonarán las campanas de la Matríz. 


Alguien tiene una rica blonde al otro lado de la blanca puerta del freezer. Alguien medita un instante sobre su vida y siente como una caída adentro de la panza. Entonces el crujido de chapa de los contenedores cantan con unos armónicos inesperados. Detrás el nylon siendo estrujado hacia el olvido de la basura y por los siglos de los siglos permanecera ocupando las mismas ausencias que a veces llevamos en nuestros pasos, pero aún así el horizonte pesa los quilos y de algún modo te hace ir girando en espiral a 100.00 km/2; al rededor de una bola de fuego; a través de la inmensidad de lo desconocido. 

domingo, diciembre 24, 2017

Eternos los cantores

El relajo de un adiós
Por donde las banderas
Son fuego y sombras
De rimas perdidas.

Nadie los recuerda ahora
Ni esa calle ni ésta otra
Tras los lentes late
Un pequeño dolor
Y otra muerte silenciosa

Encuentro ausencia
Cuando digo sin decir
Su nombre


Apuntes de otra penúltima

Enfrentar la verdad
Esa es la parte más difícil
Porque el sol
Porque la plaza
Porque la mañana
Porque el esmerilado
Genera una difusión
Y La Verdad
Al final
Es una verga. 

Confusión
División
No todo es lo que parece
Pero parece que no lo cantaste
Lo suficiente. 

Y ahora sí, debo pasarme a la prosa porque es tremendo, a todo nivel, el hecho de estar meándose a plena luz del día y que el sistema, a causa de continuados abusos, no nos brinde una solución, como por ejemplo: un baño público. Entonces como un bailecito, una leve desesperación y mirando para todos lados y acudir a los cuida-plazas y pedir con una sonrisa y gran respeto, una solución. Sigue el meneo. Me dicen que no, que no hay baño público, que tal vez los bomberos. E ir, gentilmente, a encarar a un bombero, en este estado, que me meo, por favor. Gracias. 


Risas, murmullos
Guitarras, viento
Voces cansadas
Y la idea lejana
 de la trascendencia...

Un enjambre de automóviles
Hacía la Navidad
Ese pretexto, desfasado en el sur
Para abrazar y recordar
Nuestro linaje occidental
En sugerente curvatura mestiza.

Me queda un montón de cerveza
Pero no sé cuánto tiempo.

El día es una verdad
Mi corazón apenas una fruta. 

sábado, diciembre 23, 2017

After office:: La Grieta

Allí, al alcance de la luna
Arriba de los edificios
Entre las molduras ennegrecidas
Las veredas, los charcos y los bares
Parece haber una grieta.

Aunque las palabras sean espejos
Y los espejos espejismos
Y los espejismos seamos nosotros
Parece haber una grieta.

Por una magia de magnetismo
Algunas de las cosas caen ahí
Irremediablemente

Sin duda las palabras caen
Algunos besos caen
El perfume de alguna noche
Cae...

Cae a veces el amanecer
Y algunas flores
Cae a veces el sentido
Y a veces cae el acá y ahora

En el agua insostenible del aire
Yo nado con los ojos abiertos
Y en una de esas corrientes
Me entran hojas y almanaques
En los ojos. 

Parece que estuviese intentando evitar
Ir directo hacia esa grieta 
de suspenso indefinido
Pero las palabras 
siguen siendo descripciones

Y ahí nomás, de esa grieta
Saltan canciones
Letras y sonidos
Que retornan desafiando
A todo lo que es posible.

Canciones que amo y odio
Porque desde esa grieta
Hablam siempre de mí
Y saben lo que siento
Cuando callo.

Entonces creo hallar reparo
En la chapa malograda de un fusca
En la sugerente curvatura
Que desde bajo una falda
Pasa caminando. 

viernes, diciembre 22, 2017

Rimas de la última semana de diciembre

Hace maromas la noche
Recién caída de oriente
Tiemblan apenas los follajes
De calor y de ausencia
En la brisa transparente

Este cigarro es como un silencio
Es rush, pasión y estrategia
Lo que tengo por delante
Se trepan a la vereda los coches
Mientras sueño con el hielo
La fruición, la furia y los abrazos
Que en su olvido cargan los amantes

Aquella huella

"Palabra tras palabra
Se va mi amor'
Y 18 y Ejido y Guayabos
Y Brandzen y el amanecer
Descorchado y algo diluído

"Pero guapeo ésta melodía
Escrita con el alma
El cuerpo y la risa"

Soy buscador de azucenas
La última o la del medio
Contracanto para mi dolor.
Risa en mi boca
Que acude inesperada
Mientras vos dormís

Y qué importa si cada beso es una espina

Porque cada plaza
Y cada canción
Sabe que te busco

Cuando encaro mi necesidad
Me doy cuenta que no importa
Que mis bertetines de cantor
A nadie importan más que a mí
Aunque el alba con sus flores
Me comprenda...
A nadie importa
Ni siquiera a vos:
Adiós adiós

jueves, diciembre 21, 2017

Other way

Porque en el agua flotan las sombras
Y no hay una playa que pueda contener
La inmensidad de su silencio

Van las palomas
Grises infinitas
Vienen mis lágrimas
Secas y ausentes

Un grito recorre las plazas
Se vuelca la mañana
Tras las manos de la muerta

Mi corazón penumbra
Mi callado corazón de ameba
Isla en la muerte

Una imagen que encegezca
Y desgarre al último diccionario
La noche bolo indigerible

Se va trasformando la ciudad
Y parece que llovió

Pero no. 

miércoles, diciembre 20, 2017

Irrelevante

Hay una chica en una mesa de 3, frente a la mía, que hace una acalorada exposición sobre sus ideales. Sus 2 compañeros, varones, ostentan una actitud de apacible escucha, sospecho que uno de ellos tiene las pelotas acalmbradas de tanto lugar común. Hace rato que no habla, el otro, en cambio, que tiene un hermano menor metido en las FFAA, hace un esfuerzo por sostener la disparatada linealidad de los argumentos de la chica. Parece que está re dura, sus vasos están llenos, piden una cerveza más por pura inercia y ella se devana la lengua con la corrupción, la Policía y el sistema, mientras el tercero sigue escuchando, aparentemente ausente, mientras gesticula con los dedos en su mínimo mundo de aburrimiento, arrastra las migas de la mesa, mete un bocado casi inaudible. Amanece. 

El cielo está blanco, una brisa fresca se lleva de pronto la invasiva conversación y acuden los ruidos de los bondis, que también son parte de la textura. Yo escribo, sigo bebiendo, espero 
mi comida, siento frío y hay tanta gente...

Es como que está clavado. Vengo sólo y termino en una mesa de gastronómicos y/o murguistas, carnavaleros, rotos, defenestrados que quieren mostrar fotos, en el mejor de los casos: amigos o símil. 

Re que llegó el día, re que se vol.có el día a cara de perro. Imposible: una palabra que se me hace demasiado familiar para las 8.10 de la mañana que son. Entonces, de golpe se hacen las 10.30 y todo se fue de mambo, me parece que es porque la extraño, pero en realidad es porque busco un sustituto inexistente. Y acá estoy, sudoroso, rumbo a casa, escribiendo todavía, o mejor dicho, queriendo escribir. Pero sigue siendo imposible, como siempre, porque la poesía esta2 para ser vibida1 y esto es un ejercicio irrelevante


lunes, diciembre 18, 2017

Adversario

Se derritieron las manzanas
La noche como un cálculo
Abraza tormenta
Coágulo desastrozo
Y la rambla llena de perros sombra

Hay un monstruo
Hay un águila
Hay una dama de misterio
Que lucha y llora
En sumo secreto sacerdotal

Esta vez la ola lo cubrió casi todo
Una mentira de aceite
Que desgarra mi silencio
Y se instala como una avispa
En las tuberías de la sangre

Entonces mi cuarto se ilumina
Por la ferocidad del relámpago
Ruge el cielo inmediatamente
Y entre el calor sofocante
Me caen gotas de madrugada.

Indescifrable el adversario
Con su espada de alba pura
Me toca en el corazón
Con su jazmín de veneno simple


Necesito descansar. 

jueves, diciembre 14, 2017

Pendejadas varias

Pensamiento al pedo: nada mejor para ir cerrando la noche que sentarse a tomar la penúltima, sólo, y escribir un par de pendejadas. Así que acá:


Una ambulancia con sus luces de epilepsia cruza un taxi vacío. Alguien con gorra y delantal pasa caminando, hacia el este, dando inicio oficial al amanecer. La murga en mis oídos hace un esfuerzo raro para decirme que todo está bien, que soy señor de mi destino y de mi soledad. Soy un hombre de la noche, de los primeros brotes del alba. Este es mi lugar. Soy. Estoy sentado en el bar Las Palmas y el viejo rengo y su amigo vuelven a pasar, esta vez hacia adentro. Los mendigos de la adicción pululan como de costumbre, dándole al cuadro, el toque rotten que necesita. Pasan las chicas, trasnochadas, con los labios pintados y las tetas apretadas, saliéndose de su órbita. Siento la paz de la guerra sin fin. Ni siquiera el ardiente recuerdo de sus ojos puede ahora, herirme en mi alegría. Mi lugar de trombonista segundón, que es a su vez el del oro más buscado. Mis compañeros fueron a Lola detrás de un par de faldas angostas, empapadas en el último brindis. 



El mozo que atiende al mozo, tendrá cien años de perdón. 



El ciego, el taxista, el que pide cigarros con una camperita Santa Bárbara, los que van en el camión de la basura, el rechazado sonriente que come una pizza con un amigo que ve casi todos los días, el zumbido de la noche que cede ante el día, la luna finita y amarillenta que sale tarde en la madrugada y busca la manera de prevalecer ante el primer celeste del cielo, el cantinero peruano que anda volando y se trabaja un recio, el que arma las empanadas en el bar, la reina de mis sueños quemados que tal vez esté en su casa, con su rostro exacto y durmiente, dibujado en el marco de su cabello indescriptible, el poeta bohemio con 3 huevos que escribe casi abosrto en una de las mesas de afuera, todos compartimos un perfume y una sensación que ninguno busca explicar, ni siquiera yo. 



Acude a mí, el cariño por mi amiga Maga, que me espera gentilmente en Guazubirá, donde mi año va a comenzar entre la arena y sus palabras, cuando el aliento de los árboles silvestres y la lengua impertinente del fuego, me volverán a decir que se arrima el carnaval. Entonces pienso en La muñeca y en la extraña suerte de compartir mi tiempo con artistas que admiro, el privilegio de compartir una cerveza y un apretón de manos con ellos. La retirada de La Trasnochada, que todavía no escuché. Pequeña avalancha de fragancias, entonces tablado, entonces pastito y platea, cogollos y alquimia que año a año me confirman que, en efecto, nos movemos. 



Llenará la cerveza el secreto de mi silencio, cantará en el aire toda mi pasión por la vida. Crecerá en penumbras mi amor improbable, mi deseo de estar de su lado. Y como un consuelo, sanará mis ansias el recuerdo de su voz nocturna diciendo: te amo. 



Me acuerdo de repente que esto era, adrede, un montón de pendejadas sentimentales, que ojalá alguien considere bellas. Porque el grito inoportuno de un 103, me lo recordará sin culpa, porque me estoy dando cuenta que un día nuevo está a punto de empezar, aunque yo esté un poco rezagado, anclado con cariño perro a la mesa con aros de agua que son como anillos de compromiso conmigo mismo. 



Hay dos amigos que hablan, una diva devastada por el desengaño que me escirbe buscando un amparo que no quiere, hay un viejo borracho con un sweater blanco atado a los hombros que me pide fuego, otra muchacha hermosa que jamás se atrevió a saludarme, una brisa que arrastra a las palomas en una suavidad que quisiera conocer pero que desconozco. Pero también está ese sueño que tuve, de un museo-cementerio donde un monstruo casi transparente se vuelve una sonrisa humanoide de complicidad y de alegre respeto, está también el sueño de Leo, mi gran amigo, en el que tuvo un breve destello de la conciencia total, está la intuición metafísica de mi mamá y su batalla implacable contra la infinidad de la muerte, están las colillas de cigarros que barrí recién, transformadas de risas a basuras con un simple y grácil acto de magia, los vasos vacíos y lavados una y mil veces, la rambla invadida por la ausencia, los presentimientos o "preconecciones con eventos próximos", está el silencio amarillento del Andy, sus infecciones, están todas mis hermanas soñando con bueyes o delfines, sin poder abrazarlos jamás, está la pauta silenciosa que indica a ciencia cierta, que no hay fuerza en este mundo capaz de vencer a un espíritu impecable. Está El Tipo, está el Poroto, está Iván y Laurita, el cheff y Eugenia, embebidos en su amor insoportable, está Horacio y su amigo, con su anhelo de perseguidores arrojados hacia el alba dentro de Lola. Están Nietzsche y Poe, que a través de la charla de un Chileno en la mesa de al lado, acompañan mis pendejadas y las tuyas, que también estás... Sin estar, lector: Testigo bastardo de mis más rotas incursiones al el país donde las formas se desdibujan cuando las escribo, como ahora. 



Hoy pensé en vos, lector sectreto que día a día volves a mi templo para embriagarte de miel y de mierda, sin dejar un solo comentario. Para vos mis más brutas pendejadas, para vos esta constelación de burradas petulantes y algo aguadas.


Llegan mis amogos, inesperadamente.

miércoles, diciembre 13, 2017

Lo sé

Pasa una bici
Amanece
Espero mi comida
En Las Palmas
Mientras tomo
La última cerveza

Tengo que creer
Que su silencio
Es natural
Y finalmente
Lo hago.

La palabra "trascender"
Acude sola a mi boca
Y algo en mi corazón
Lucha por rechazarla

Parece que se escapó de mis labios
El perfume incandescente de su piel
Parece que nunca ocurrió
Y sin embargo...
Acá estás otra vez.

Voy a escribirme
A llenar el amanecer
De un remedio inútil
Para mis propios dolores

Volverás...
Yo lo sé.

martes, diciembre 12, 2017

Mensaje privado

Noche galaxia
Se agitan las cocteleras
Y las banderas como de humo
Se desmantelan del corazón.
Los últimos parroquianos
Van aferrándose a la barra
Y la brisa fria es casi un puñal
Para mis sueños de amor.

Cierro las persianas
Tomo una wee heavy
Y después un gintonic
Y salgo cantando al amanecer
Mi voz espuria
Mi corazón de luz
Le cantan erizándose
Solo la luna me escucha.

Como en Las Palmas
Pienso en ella.

Montevideo va apareciendo
Tras los primeros brillos.
El alba inmensa
Aún no cristaliza
Y es una suerte
Porque me muero de amor.

Su silencio me ha horadado
El recuerdo de su voz
Es demasiado naranja
Y la lluvia metálica 
de mi recuerdo
Pierde su gracia
Bajo los contornos
Recién iluminados.

Hoy no celebro
O mejor dicho
Celebro su negación
En austero ritual de silencio
Sé que sus dos ojos
Pasarán por acá
Pero no voy a escribirle
Porque no somos.



martes, diciembre 05, 2017

Medio camino a casa

Agujero a contraluz del sol. Sumo. Capucha. La fragilidad artística de una guitarra ecualizada un poco aguda. Ese reto, esa afrenta desde donde el artista s para ante la inmensidad. Remangar. Sentirse un poquito ajeno a la mañana que con gris laxitud se derrama ahí afuera y ahí viene el solo, es Ricardo, que soltando las palanganas y las clases, se arroja ante los parroquianos de hoy y de mañana, claramente desde fines de la década del 80. Era necesario el flanger, era necesario raparse y cantar en inglés, era necesario el flanger también en el saxo, igual que ayer, para mí, era necesario morir con un grito a tus pies, pleno febrero, era lo único posible, entendes, amor? Como decía la muñeca: cada paso me trajo hasta mí. Y ahí está el sabor. Sabés que un buen trago lleva bitters, y nosotros, perdón que te lo diga, tenemos los mejores bitters del complejo. Tengo todo, todo CASI bajo control, pero "mejor no hablar de ciertas cosas". Aceptar vuelve a ser lo más difícil. Bueno.... Ya voy a aprender. Soy quién soy. Mierda, me costó pila escribir eso último.

Soy quien soy. Con todo la sombra y la escasa luz, pero potente, que eso significa.. Y algo aún más salado: la quiero. La quiero de una forma tan diferente que la mayor parte del tiempo, no entiendo un sorete...


Fah me cansé, de verdad. Le dejo un beso, el más real y caótico de todos mis besos y le digo, con lo último que me queda: estoy acá. Esperando ese abrazo. Nada más. 

lunes, diciembre 04, 2017

Lunes con cabello negro

De la nada me vino, como una brisa, la imagen de su pelo, su perfume, mientras planificaba las pocas horas libres que me quedan por delante, perdido en ecuaciones casi inútiles, me vino la imagen de sus bucles, su mechón peinado para un costado. Fue una puntada en el esternón, inmediata, demasiado honda, resistente a cualquier intento de racionalización, me cayó como una pluma desde el alto y fragante celeste.  No hay manera de pensar que esto no es amor. Dolido, jodido, áspero, demasiado real amor entre dos ángeles del infierno que confundidos y medio rotos, patalean en la ausencia secreta. Entonces tuve que seguir adelante, mis planes se volvieron vacíos, mis ojos dos pozos de agua temblorosa y mis manos una desesperación sin linites. Escucho la radio, pasan los minutos, siento irremediablemente que el encuentro está próximo...

domingo, diciembre 03, 2017

No estaba, pero siempre está

Las campanas suenan tres veces
El sueño me esquiva
Solo acude a mí el olor de su cuello
Que entre la madrugada
Se abre camino hacia mi cama

El silencio colma los rincones
Oigo el mar charlando con la luna
Quisiera drenar, desenfrenar
Deconstruir las murallas
Que con necedad nos levantamos
Sé que nuestro tiempo es hoy
Por eso quisiera decirle
No corras más. 

Una gaviota se robó
Mis ganas de dormir
Y su carta, hace poco
Me dejó encharcado
En el afán de darle un beso.

La busqué bajo las banderas
Amarillas, negras y naranjas
La busqué entre las calzas rojas
Y solo encontré la fascinación
Del amor de su batea
Que terminó de astillar el témpano
Que su silencio había dejado.

No estaba.
Pero siempre está.


Perseguidores

Los que perseguimos. Los que como lobos o halcones buscamos en la inmensidad de la sombra, la presa de nuestra necesidad. Somos los que nos apasionamos, perseguimos polvos de constelaciones inexactas para quedarnos, muchas veces, con las migas de nuestro arcoiris, cagadas por el cordón de la vereda. Somos los predadores de nuestro destino, escuálidos, con cicatrices de sarna, con los ojos llenos de heridas y las fauces siempre rabiosas, llenas de amor por la vida. Los que persiguen. Los que jamás huyen, porque son la huída en si misma, porque van escapando de la muerte que guardan todas las esquinas, van hacia el bocado más selecto de sus propias inflamaciones. Somos la cólera y la paz del Jaguar. Perseguimos. El mundo es poco más que un blando montón de formas a nuestra merced y sin embargo vive escapándonos, ilusión de horizonte en barrigas agujereadas para siempre. Nunca nos va a arrastrar la corriente, porque somos la corriente, la vida imposible que brilla en sus ondulaciones, toda la ferocidad del azar es nuestra única herramienta. Vamos, siempre vamos. Perseguimos. 

sábado, diciembre 02, 2017

Esa palabra rara

Murga matriz de mi esencia. Murga mi magia inagotable, puedo sentirte cuando al amanecer entono los versos de siempre. Cuando las calles vacías solo amplifican los armónicos de mi voz desahuciada, que te llama, que te recuerda, amor, que te perdona siempre. Sos tanto más que el pliegue eventual de un escenario, tanto más que una mano de base blanca en la cara y unos harapos y un sombrero. Sos mi voz y mi destino, mi gloria y mi miseria, mi sueño de niño y mi aventura de adulto. Murga sombra, murga reflejo, murga caótica y afiebrada, alma y cruz, batalla y paz, murga espejismo y realidad, murga ira, murga amor. Y vos. Vos. Victoria. Motor de los sueños de mi murga, tumba de mis gritos y mis chistes, causa y efecto de mis lágrimas de payaso trasnochado. Sos la verdad, mi mentira favorita. Voy siempre hacia vos cuando me pierdo. Parto de vos para encontrarme siempre, al sur del atardecer. 

viernes, diciembre 01, 2017

Plazas y canciones

Quién quema la madera
Quién hiela mi voz
Quién paraliza mis huesos
Quién sopla la luna
Y con tres palabras
Se esconde tras telones de silencio

Dónde voy
Dónde estás
En esta tarde rota
De imperfecta perfección

El sol afuera
Siempre
Yo adentro
Vos...

Voy a leer la novela de las estrellas
Voy a llorar de abatimiento
Cuando no queden grillos
Para alivianar la última brisa
De esta primavera caótica
Pensando en vos.