domingo, diciembre 03, 2017

No estaba, pero siempre está

Las campanas suenan tres veces
El sueño me esquiva
Solo acude a mí el olor de su cuello
Que entre la madrugada
Se abre camino hacia mi cama

El silencio colma los rincones
Oigo el mar charlando con la luna
Quisiera drenar, desenfrenar
Deconstruir las murallas
Que con necedad nos levantamos
Sé que nuestro tiempo es hoy
Por eso quisiera decirle
No corras más. 

Una gaviota se robó
Mis ganas de dormir
Y su carta, hace poco
Me dejó encharcado
En el afán de darle un beso.

La busqué bajo las banderas
Amarillas, negras y naranjas
La busqué entre las calzas rojas
Y solo encontré la fascinación
Del amor de su batea
Que terminó de astillar el témpano
Que su silencio había dejado.

No estaba.
Pero siempre está.


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