lunes, diciembre 30, 2019

Otros países 4

 Cuando mi estadía en el hostal de Oana concluyó, tomé mi mochilón, le pagué, la abracé y me fui de Suceava y de Bucovina rumbo a Transilvania, no sin antes recibir las bendiciones de la encantadora anciana y una buena cantidad de Dulceata, que si bien eran "para el viaje", las devoré de camino a la estación del tren. Un edificio exquisito, donde por algunos instantes podía sentirme "como en casa" por su aire de moderadamente melancólico, su elegancia rotunda, erguida, aún en la babilónica diversidad de Suceava .

 El viaje en tren hasta aquí fue "soñado" (como dicen las viejas). Llegué a Cluj-Napoca junto con el ocaso. A todo esto yo la sentía, a usted, digo. La sentía tan próxima, tan sobrevolando tiernamente las costas de mis entrañas, todo por aquí, todo por allá sentía.

 Me hospedé en un hotelucho más bien deslucido y en consonancia con lo anterior, pensaba en usted y en aquella anécdota de los bed-bugs que la picaron y su consecuente traslado de habitación, creo que en Haiffa, también recordé la foto que usted mandó, donde se veía una botella de vino, que un empleado amigo suyo le hacia llegar casi de forma periódica, y una caja de cigarrillos Nevada. Me apenó un poco la noticia que me contaba acerca de que retomó el feo vicio del cigarrillo.

 Temí que durante la noche, un fiero Ejército de estos insectos, redondos y punzantes, ganasen la plaza donde dejé a mi cuerpo pasar la noche. A causa de esta inquietud, entre otras, no llegué a descansar del todo bien. Esa noche cené en un McDonald's, volviéndome a acordar de usted. Tal vez por nostalgia o por pura costumbre, me pedí una doble cuarto de libra con refresco agrandado y me senté contra una ventana a escribir la presente sección de esta carta. Miraba la calle con el sachet de Ketchup en la mano y algo de sal o pedacitos de punta de papafrita en la barba. Entonces hacía esto a un lado y le tipeaba estas mismas palabras que ahora, espero, este leyendo con agrado. 

 Vuelvo al hotel Carpati, de camino compré libros en un baratillo, valiéndome a penas de un repetido "cãt costã aceastã carte?" y un avispado "ce pret au toate cele patru? Mi-ar face rabat?". Los tengo aquí, en mi cama de alquiler, esparcidos como juguetes antiguos sobre el acolchado. La ventana no se puede abrir... (Habráse visto semejante atrocidad?). Me dispongo a entreverarme con estos volúmenes y luego a programar la hoja de ruta de mañana, ya que pretendo conocer Sighisoara y la famosa carretera Transfãgãrãsan, una de las célebres y bellas monstruosidades de Caesevscu. 

 Desde Transilvania, mi amor absoluto, mi juramento de quererla hasta la muerte, mi devoción incondicional y mi deseo de abrazarla siempre, atentamente suyo"Vrolok".

P.D.: intenté reducir a su mínima expresión, la cantidad de lo que usted llama "poesía" utilizada en la presente, para ver si le resultaba a usted "posible", pero temo que me sería impropio el erradicarla del todo de mi pluma, y menos cuando es a usted, la más preciada de todas mis musas. 

La abrazo y me dejo abrazar por usted. 

Salgo del Ministerio y lo primero que veo es tu mensaje.
Qué difícil es quererte...
Un abrazo. 
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domingo, diciembre 22, 2019

Otros Países 3

 Cuánta belleza, amada mía, me transmiten sus postales. Sólo imaginarla tendida en las blancas arenas del Caribe Colombiano, hace que mi corazón se abombe en un estremecimiento. Es casi imposible no desearla, imposible no querer, perdone usted que se lo diga así: lamerla, no anhelar hasta el desmayo, el poder llenarla de dedos por los costados y las piernas, adorar su cuello y respirar la sombra fresca de su cabello lleno de sal y de estrellas marinas... Debo contenerme para no sufir por demás, la falta que me hace su cuerpo entre el mío es casi todo lo que puedo sentir en éste momento. Y todo por el estilo...

 Estoy en la habitación y por la ventana se dejan ver algunas casas bajas y los tímidos focos de alumbrado público, son de color naranja, como bien habrá imaginado. Casi nadie anda ya a esta hora. Perdiendo un poco la solemnidad con la que comencé... me tiendo en la cama, enciendo la veladora y apago la luz cenital para escribirle, ya que es la única a quien confío esta travesía y sus pormenores, y de este otro modo, con esta otra luz, me siento en más intimo contacto con usted. 

 En Tudor, siendo invitado especial de Râzvan y después de despacharme a mis anchas con un delicioso Ciorba de carne de chancho y vaca, comenzó la ingesta de vino, (que en combinación con la gran cantidad de cebolla en el ciorba...) en la que Râzvan me sorprendió al recomendarme una variedad de tinto de la que no había escuchado hablar: el Riesling. Se la recomiendo, ojalá y pueda llevarme de contrabando una botella para obsequiarle. Después, un pinot gris, otra de las variedades que mejor se dan en estos climas. Más tarde, justo antes que me aburriese, Râzvan, sabiendo de mi inquietud histórica, me presentó a uno de sus parientes que al parecer pasa más tiempo aquí en Tudor que en su propia casa. Velkan ha de tener unos 70 años y sus conocimientos de historia local son tan grandes como su afán por compartirla, de hecho descorchamos una segunda botella de Riesling y dimos inicio ahí a una charla (en inglés, por fortuna) de la cual me he nutrido más allá de mis expectativas. 

Más allá de la residencia de los voivoda (realeza de la Moldavia del siglo XIV), Suceava, centro administrativo de la zona nororiental de Bucovina, estuvo bajo el poder de los Hasburgo desde 1775 a 1918, hasta que pasó a formar parte de la Gran Rumania. Entonces los cuentos de la mezcla cultural entre cosacos, Moldavos, turcos, la herencia ausgrohúngara, la influencia posmoderna de inlgeses y sobre todo francesa en el presente de su gastronomía. Al rato y ya con los ánimos intensificados por el licor,  el viejo comenzó a contar las innumerables tristezas de la epoca de Nicolae Ceaușescu, la ruina del comunismo y otras cosas a las que no haré alusión para no entristrcer vuestro ánimo pacífico.

 Puedo decir que fue muy interesante el modo en que resultó todo al final, y más aún cuando, al contarle de mi objetivo turístico de conocer los famosos monasterios, Velkan se sobresaltó de alegría y agendó conmigo la ida, a la siguiente mañana, (la de ayer) a conocer el monasterio Moldovita, que según él era el primero que debía conocerse. De modo que con considerable estado de embriaguez, y ya cerrando casi a media noche, el pintoresco Tudor, me volví al hostal de Oana, donde dormí a mis anchas, no sin dejar de esperar la misiva suya que finalmente llegó, llenándome de la misma cantidad de alegría que de nostalgiosa añoranza.

 Desperté ayer a las 7.30 de la mañana con los golpes de la señora Oana a mi puerta, que con un cántico un poco aterrador repetía mi apellido tras la puerta, llamándome. Alguien me buscaba. Al salir, una mujer rumana me esperaba sonriente, diciendo ser, en un muy fluido ingles, una sobrina del viejo Velkan y que ella misma me llevaría a conocer el monasterio. 

 Moldovita es absolutamente espectacular, parece casi una alucinación cuando llegando se distinguen el azul y el dorado salpicando las múltiples caras y columnas, arcadas y frisos que estan cubiertos con millares de frescos que representan escenas de la vida de Cristo y de inmensas procesiones de santos que componen un "Día del Juicio" monumental y a la vez bellamente grotesco. Ionela (la divertida y desenvuelta guía que ne condujo hasta aquí) me contó que fue echo por orden del voivoda Petru Rares (tras una de las 34 victorias que consiguió ante el ejercito otomano, de 36 batallas libradas) encargó su construcción en el año 1533. Aquí yace su sepultura, ubicada en un patio interior del monasterio, donde el tiempo flota placidamente entre la densidad de flores rojas y amarillas que los abnegados ortodoxos, cuidan con amor parroquial. Sinceramente ha superado mis expectativas y no puedo esperar por conocer el resto de los monasterios, aunque deba ser más que cauto con el uso del dinero, ya que desde un inicio la idea práctica de la austeridad es casi obligatoria. 

 No se preocupe por sentir que sus respuestas deban ser tan copiosas como las mías, ya que por mi vocación tiendo a explayarme y me hago el tiempo siempre para hacerlo, no obstante entiendo que al haber entre nosotros, grandes diferencias en los hábitos, no le sea tan fácil como a mí, dedicar tanto a una correspondencia. 

La abrazo.

viernes, diciembre 20, 2019

Otros países 2

Vuelvo recién del recorrido histórico más fascinante que haya vivido hasta el momento. Suceava me ha recibido con sus mejores días y tambien con sus mejores personas. Muy por el contrario de lo que se rumorea de los Rumanos, éstos son personas en extremo sencillas y cálidas, como lo es Oana, la dueña del hostal desde donde le escribo la presente, quien de forma permanente y salvando mis grandes dificultades con el idioma, siempre está logrando que pruebe las delicias de su cocina, de las que le hablaré más adelante. 

Visité hoy la afamada fortaleza de Suceava, que data del siglo XIV y que genera una fascinación peculiar ya desde que uno la atisba, como depositada por el tiempo a lomo de un cerro de verdes laderas y gran cantidad de árboles. Se trata de una inexpugnable flortaleza construida para la realeza del Principado de Moldova aproximadamente en el 1380 y que dada su estrategica posición fue codiciada y finalmente ocupada por otomanos, tártaros y cosacos a lo largo de los siglos. Cuando uno la recorre, en este caso entre poco más de una docena de turistas de diversa procedencia, se puede intuír a la sombra de sus torres y su espectacular amurallado, la fiebre combativa, la fiereza de la determinación humana y el ingenio con el que el poder yergue sus puntales. El aroma de eternidad que exhalan los muros, se mezcla con el fresco aliento de los árboles, generando una inquietante armonía entre las sangres derramadas del pasado y el ambiente de absoluta paz que reina en estos días. Se perciben, también y claramente, las cicatrices que los siglos fueron dejando en las distintas restauraciones, aquellas que datan del 1600, ordenadas por Vacile Lupo y las más recientes, realizadas a principios del siglo XX, cuando la fortaleza resurgió del olvido para convertirse hoy, en una pieza histórica que ha dejado a mi corazón y a mis pupilas, llenos de una romántica nostalgia así como de un afán por aumentar mis conocimientos acerca de la riquísima historia de esta tierra, que tan poca relevancia tiene en nuestros libros de historia occidental. 

Me fue imposible concurrir al monasterio Sucevita en el día de ayer y también en el de hoy, ya que me vi envuelto en incontables demoras, autoperpetradas claro, como lo fue el desayuno aquí, donde me atiborré de Placinta cu Brânzâ, Placinta Sarailie y cantidades degeneradas de Café turco de Bucarest, banquete tras el cual, Oana me instó a beber la famosa Rachiu transilvana (un perfumado aguardiente de orujo) que me costó un embotamiento contemplativo y una necesidad de reposo, que con creces sacié en plazas y cafés de la ciudad, postergando el paseo al monasterio, que realizaré con suerte mañana.

Lo más rescatable de la jornada, más allá de haber ido a la fortaleza, visita que amaría repetir alguna vez, acompañado de usted, fue el hecho de haber conocido a Râzvan, propietario de un bello restaurante en la parte céntrica de Suceava, con quien a causa su fluido manejo del inglés, pude congeniar. Esta noche visitaré su establecimiento llamado Tudor (por su padre) y aumentaré mi conocimiento en otro de los asuntos que me han traido hasta Bucovina: su gastronomía. 

Espero que su "Tayronada" haya resultado para usted, tan placentera como mi jornada aquí en Suceava. Me he abstenido de pensarla en demasía durante las últimas 24 horas ya que su travesía sin conexión me hace doler la distancia que nos separa. Sin embargo la quiero siempre y la abrazo en esta distancia que nos une. 

jueves, diciembre 19, 2019

Aclaración

Sub leva
Mensaje de pollo
Rodilla y corazón volante
Ínfimo universo
Lugar donde entre terciopelos
La noche vomitará pétalos de colores
Rompiendo ventanas de vidrio
Hasta que se vuelva a ver el sol.

Ramillete
Colorete
Dos gilletes
Los grilletes
Recordar su flor
Y en melancólico bostezo
Acercarla alejándola
De mis pensamientos

Publicaré cierta correspondencia
Sobre un viaje metafórico
A su recuerdo y su decir presente
Cosa que ya se ha acabado
Y ahora es de nuevo diciembre
Y los años horadaron nuestta carne

Otros paieses 1

Al contrario de lo que ud. supone, el día primaveral aquí en Bucovina, nos regala unos 26°, con un sol que, aunque muy distinto al de Cartagena, insistentemente se cuela entre los blanquísimos cúmulus y se vierte resaltando los verdes y marrones predominantes. Hoy dedicaré mi día a recorrer y admirar los afamados monasterios, donde los frescos Bizantinos han prevalecido a los largos siglos del olvido, al igual que lo hacen en mi corazón, las vivas sensaciones que me ha dejado su abrazo. Aunque esté sistemática y decididamente solo, me cuesta sentir verdadera soledad sabiendo que ud, desde su amada Colombia, aún tiene palabras para mí. 

Siendo ya casi las 17, estoy por aprontar el mate (que convenientemente arrastré en una valija hasta aquí), habiendo ya liquidado la digestión de los deliciosos Mici que almorcé en una posada en verdad pintoresca, decidiéndome por ellos antes que por el tradicional ciorbâ , ya que el típico preparado me pareció demasiado invernal para éste prolegómeno del verano en el que se vive por estos lares. 

Sin más por el momento, la saludo con grande afecto y le recuerdo que la pienso y siento siempre, sin importar cuántos kilometros distancian hoy a nuestros cuerpos físicos. 

sábado, diciembre 14, 2019

Riquelme, el 10

Ahora se vació de golpe el bar El Piropo. Estaba sólo. Las estelas de perfume en la brisa no hacían más que, por un lado darme una inmensa sensación viviente, y por otro, enrostrarme la más cruel e inmediata máscara de la mortalidad. Al perecer, todo funciona en mi cabeza como una especie de máquina generadora de ansiedad.
El Piropo fue el templo dónde celebré mi amor por ella, mi felicidad de extrañarla, mi deseo de estar junto al fuego de su presencia. Pero ahora El Piropo había caído en desgracia y yo estaba ya seguro que ella no pensaba más en mí.
Amor y Odio por el Queso Rallado, fue finalmente lanzada bajo el nombre de "Riquelme, el 10" y se convirtió en una de las 15 obras más vistas del circuito de teatro independiente de Montevideo. Todo un logro!. A raíz de esto Gerbett pudo cumplir su sueño de adquirir un modesto apartamento en el Palacio Salvo, y yo cancelar de una vez por todas, la deuda que mantuve por más de una década con una suscripción a la revista del Gourmet Chanel.
El tiempo pasaba denso cuando uno iba de Jacinto Vera al Cerro un sábado por la noche. Era diciembre y todo lo que pensaba ahora, ya con el culo en el ómnibus, retroalimentaba aquella sensación remota y definitiva. El reloj no camina hacia atrás, la Luna no está hecha cerámica sin horno, los duendes nunca aparecen los días martes, las cataratas del Niágara son un invento del diario El País para promover la epidemia de sarnilla.. En fín, todas esas cosas que uno aprende al escuchar "Música de Regreso a Casa" en cualquiera de sus versiones.
Somos rehenes del tiempo, nadie puede gastar el tiempo, tenía razón yo cuando tomé a Baltasar a golpes de puño por defender lo contrario (pensaba que el tiempo es una especie de regalo que uno decide cómo gastar). EL TIEMPO PASA, no se puede gastar ni ahorrar, nos excede en toda medida imaginable. La idea de gastar tiempo era (como dijo Borges, hablando de otra cosa) como la idea de un Bull Dog francés, jugando en las ligas menores de baseball, en cualquier condado de Wyoming, si es que existe tal cosa.
Sin embargo tenía razón Gerbett, cuando una vez, desnudo y hasta el techo de efedrina, gritaba en la vereda de El Piropo, que la forma del espiral de Fibonacci, es una especie de vicio sobrevalorado en la tarea del diseñador gráfico de Dios. Una afirmación bastante difusa ahora que lo pienso, pero aún así recuedo haberla tomado, en ese momento, por válida y bastante razonable.

Faltaba aún para llegar al Cerro. Iba a buscar unas copias de cuadros de Giotto para venderle a mi amigo, de cuya pasión por el renacimiento siempre me aproveché para fines económicos. Esta no sería la excepción

Este desierto

Este desierto está lleno de flores
Y de pájaros y árboles
Lleno de niños perdidos
En un desierto futuro

Los relojes cantan las horas
Del tiempo desierto
Marcando a hierro
Algún recuerdo deslucido

La soledad de este desierto de neón
Es pulsión de sombras
En el atardecer que el cerro abriga
Tras el gris telon del bullicio

Todas las prendas de vestir
La tersura de todas las piernas
De todas las mujeres del cerro
Trasuntan la inabarcable magnitud
De este desierto. 

miércoles, diciembre 11, 2019

Esto es diciembre, papá

25 años
Que no esperé
Sólo pasaron
13 años
Que no esperé
Sólo pasaron
3 años desde aquel abrazo
En los que miré el reloj
A cada rato.

Es más larga tu ausencia
Que las casi tres décadas
Que pasaron desde la última vez
Que vi a mi novia de la escuela

Hoy en un bar
Una reunión
Hoy 10 cervezas
Tres horas de sueño
10 de laburo
Tres de sueño
Para mañana 10 de laburo
Otra vez
Tres horas de sueño

No quiero decir que es 12 de diciembre
Y que la muerte avanza
En la tos de mi amigo
En el tránsito congestionado del clásico
En la voz del cantor de bondi
En mi siesta con sueño de House of Cards
En el cristal de Fernández Crespo
En la toalla ennegrecida de mi hijo
En  el atardecer de Carmelo
La muerte avanza
Vaciando de significado a ésta lágrima fugaz.

Edificios adormilados
Amenaza de huracán
La Rambla pelada
Valentina...
Es de no creer.

Acá viene ya el Palacio
148 y esperanza de ciego Arlequín
Tras la burla de los relojes.

Quisera poder decir más
Pero en verdad sobra.



sábado, diciembre 07, 2019

Uve

La araña mágica
Un fantasma de blanco
Que hoy de tarde
Y sin querer
Se cruzó por mi vista.

Carmelo siempre será un agente de Asociación
Con nuestro sexo telefónico
No creo poder arrancar
Aquella Navidad
Con ese te amo prematuro
Que te espantó para siempre
Tu estructura de mi delirio
De morirme de tu mano.

Victoria Touron.
La puta madre.
La verdad que nunca pensé
Después de haber amado tanto
Que me iba a convertir
En este Ariza de morondanga
Dispuesto a no volver a amar
Entregado a una promesa de borracho
Que el universo me obliga a cumplir
En contra de toda lógica.

Con este poema digo
Que soy una absurda leyenda
Dispuesto a resignarse
A que en tu propio casorio
No me dediques
Ni un pensamiento de piedad

Voy a ir al velorio de tu esposo
Aunque el olor a viejo
Me inavda hasta el cerquillo

Y me prometí
Hace años, creer
Que la vida me va a dar el tiempo
Para borronear toda mi inmundicia
Y volver a hacerte creer
Que no hay más palabras que las mías
Que no hay más tablados que aquellos
Que compartimos
Y que al atardecer vas a volver
Para jugar entre llantos
A que sólo en mi abrazo
Sos capaz de ser Real.

Pasan los años y mi alma
No se quiere despegar
De aquel natural misterio
Que fue el día cero aquel
Y la tarde de la luz exacta
En la que tus gritos de odalisca
Hicieron llover
 a un diciembre lleno de preguntas,
Alquimicas fórmulas
Pa transformar un dolor
Que los dos confesamos cargar en la espalda.

Sé que vos y yo supimos madurar
Y encontrar en el verbo amor
Algo  incapaz de herirnos
Una cómoda sensación
Desde la cual proyectar
Futuros más convenientes.
Planes pa ser exactos
En lo que manda la sociedad
Pero yo no me olvido del fuego
Ni de aquella tempestad
Que tu alma de murguista
 ponía al dormir junto a mí.

Sé que tuvimos miedo
Y que yo estaba en un coma de irrealidad
Desde el que fui capaz
De alejarte para siempre
Por miedo a la inmensidad.

Pero necesito que sepas
Idiota de la ciudad
Que nadie en nuestro tiempo
Tendrá la capacidad
De hacernos sentir aquello
Que juntos descubrimos
Por ser tan apasionados
Y duros de transformar.

No podré nunca olvidarme
De esa noche previa a la Navidad
En que en contra de las razones
Elegimos apostar
A ser lo más primitivo
Que el cielo puede inventar
Y nos dijimos te amo
En contra de la voluntad

Sé que nunca fue posible
Y por eso vuelo a buscar
La rabia de tu respuesta
El glaciar de tu no contestar
Pero quiero que vos sepas
Que de acá hasta la eternidad
Yo siempre estaré esperando
Que decidas regresar.

jueves, noviembre 28, 2019

Sonará

Baja flotando
La araña mágica
En la tela de la hora 22

Cuando escribo
Procastino el sentido de las cosas
Las cosas:
Eso guantes que protegen
El fondo mismo de las cosas
Esos agentes de permanente subversión
Que son la nada.

Mañana sonará el eco de mi murga
En trueba e isla de flores
Como un espejo sucio
Que el carnaval le entregó al olvido
Y que una reina de la farsa
Llevará en la frente
Como una joya de fantasía.


miércoles, noviembre 27, 2019

Las tres de la mañana

Quedó una sombra
Sobre el ajedrez
Un reflejo opaco
De viejas canciones
Ausente en el patio andaluz

Pasto nocturno
Con moño de flores
Arco donde el silencio erra
Recordando estribillos
De otro carnaval

Empezó el rocío
A volcar su rosario
Sobre el joven parral.
Carne con anzuelos...
Bingo que el dia puede estropear
Con cartas que pagan ministerios
Y negros campanarios de hollín.

Mareados los relojes
Buscan llaves en la tarde
Cuando ventanas y puertas
Se entornan con plácida urgencia
Y son las tres de la mañana.

lunes, noviembre 25, 2019

Corto de la aduan

La aduana tiene un estallado
Un susurro igual a un grito
Hecho de polvo ancestral
Que contra la rambla revienta
Invento de identidad
Una copla cargada de embrujo

domingo, noviembre 10, 2019

La frontera

Domingo que fue igual a una palmera
La virazón llegó al zoológico
Y no sabría explicar qué pasó
Pero la voz de mi murga fue un pájaro
Una medianoche de plaza
Que de golpe despertó

Estar encarcelados en el alma
Con los cuerpos desbocados por andar
La sombra anclada en ideas de navajas
Y esa razón reiterativa es un reloj
Gastando suelas con las alas agitadas
Minuto del Réquiem del tal vez
Con la Luna que se clava en la mirada.

Agraciada me recive en mi anhelar
Y antiguos puentes
Que atraviesan la frontera...

viernes, noviembre 08, 2019

Inquietudes

Punto de encuentro
Miedo
Pájaros negros
Que mis amigos escribieron
Sin saber

Este viernes fresco
Toca la sombra de mi alma
Este momento de angustia
Esta promesa de lo que va a venir

El tiempo nos arrastra
Inevitable
Y no hay farmacología
Que aplaque al ser

Solo tenemos un reloj al pedo
Y la construcción de una incertidumbre

sábado, noviembre 02, 2019

Numeración

La tarde se va arrugando
En los puestos de verdura
Las horas se vuelven polvo
Sobre los cajones de papa
Y el brocoli apilado.

Tomo nota:
El sol y la luna
Están hechos de lo mismo que nosotros
Nada y polvo cósmico

Revientan los yuyos florecidos
Contra la mugre del bondi
Y las camisetas del inter.

Un gato en la ventana
Y voy a cantar.


viernes, noviembre 01, 2019

Sin título

Sueño premonitorio
Justo en la nada
La niebla
Paredón de olvido

Todos los venenos
Del puerto de Atenas
Se colaron en mí

Pedazos de atardecer
Ya demasiado al sur
..y dicen que no hay líneas
Que me vuelvan a dejar ahí.

Nadan y se rompen en el aire
Los truenos del dos de noviembre
Todos los muertos
Habitando un sólo momento.

Otra vez la niebla del miedo
Las caravanas del presente
Solo pueden alejarse
Y uno mira con nostalgia
Una vieja colección de revistas
Creyendo que eso es el tiempo

Atrás todo
Adelante también todo
La ola del canto murguero
Aplacará dentro de mí
La ironía de ser


miércoles, octubre 30, 2019

Llegando la noche de brujas

Va llegando la noche de brujas
A la calle Pedernal.
La marea quemó sus últimos cartuchos
Cuando la fiebre entró a aparecer
Y por un día
Las banderas se callaron

Todos los autos grises
Llegan a la misma esquina
Bajo el tiempo sin fondo..
Registro de desaparición
En los cajones del lamento

Verdad que la muerte prueba
Único final en la deriva
Máquinas que cuentan las horas
...Somos pasar
Y casi nada más.

Noviembre trerá mi otro carnaval
Sedal donde se enredan fantasmas
Con su nombre.

La tierna rebeldía de renacer
Será canción sombra de éste día
Cuando vuelva a empezar.

viernes, octubre 25, 2019

Al final la madrugada

Vuela entre las banderas
Un aire definitivo
Consecución de lluvias
Sobre caminos y ventanas

Sombra en pausa
Resiste ante el ferrocarril  del tiempo
Explanada llena de pañuelos
Desvío en el ómnibus
Y multitud estática
Tras la llegada del calor.

Hoy voy a cantar entre dolencias
La alquimia repentina de la murga
La noche traerá su vino
Y al final la madrugada

miércoles, octubre 16, 2019

No paran de olvidarte

No hay apuro
Blues de balneario lunar
Meses de descascarar
Antiguas costras de éste ser
Por pasos sin huella
Y rumor de tigre en las sombras

El auterío rabioso
Y yo a medio mamar
Me dejo pasar por las bicicletas
Al tiempo que el cielo
Negro rosedal
Trae y lleva vapores
De una muerte a la otra

Recuerdos del año 2001
Una gelatina en el mar
Un agujero donde el tiempo chorrea
Gota a gota
Su aliento de lila quebradiza
Ahora es dificil dictar
Lo que recién surcaba las venas
Los ojos
Y estas manos
Que no paran de olvidarte. 

lunes, octubre 14, 2019

Suena diferente

Sueño de pescado bailarín
Derrame ingrávido
En pesceras de luna llena

Aquel tiempo fue un jazmín
Rocola de eternidades entrantes
Hoy hora de nada es flores
A lo sumo descubrir un carné
Dentro de un pollo duro y viejo

miércoles, octubre 09, 2019

Algunas notas sobre un 187

Paso en bus por Villa Carmen
Recordando que ayer
Todo era tan fugaz
Los años rapidísimos
La verdad una metáfora engañosa
Cuando los amantes
Atienden el teléfono
Y todo es presa de un florecimiento
Previo a marchitar.

La luna sobre los arcos
El bar contra los relojes
La murga bajo su manto
Y el amor arriba de todo

Tres cruces es un enjambre nocturno
Mis ojos dos agujeros
Donde caen sucesivos recuerdos
Gente que mira el vacío
Y la noche, cada vez más corta.


lunes, octubre 07, 2019

Colón y Reconquista

Se prende de arrebol
La última franja del cielo
Arriba flota una nube
Que el viento del norte
Barre con lentitud
La calle Reconquista
Entre señoras que insultan
Y enseguida saludan a otra vecina
En natural transición.

Olor a nafta
Moto estoica ante el anuncio del sereno
Verso de barrio por perros sucios
Y gatos desfilando por cornisas
Casas picadas por el tiempo
Y atrás, la calle Colón
Amanecida por los focos
Se para ante la noche que llega.

domingo, septiembre 29, 2019

Diciembre 2015

Creo que me volví nihilista (en el sentido Nietzscheano), una noche que tomé tripa en la feria del parque rodó y terminé comiendo pizza en un bar de 18, junto a la mesa donde cenaban los integrantes de Agarrate Catalina. Recuerdo haber pasado a visitar a mi hermana y fumar junto a ella en el balcón de una medianoche de diciembre, un porro de flores, mientras sostenía que ésta época era mejor que los sesentas. Algo más tarde me crucé con Victoria en la puerta de la Conjura, y era tan hermosa. Tras despedirla y emprender mi camino hacia la parada del inter, comencé a intuir que la noche culminaría en algún tipo de epifanía acerca del sentido mismo de la existencia. Para cuando llegué a mi casa, el alba había ya cortado las primeras franjas del cielo. Fue entonces que la revelación me asaltó para siempre. No hay verdad, no hay revelación de sentido posible en ésta realidad dónde lo único eterno es el cambio abrupto y la cósmica yuxtaposición de azares improbables. 

sábado, septiembre 28, 2019

Ya casi es llegar

Hoy el comportamiento del arroz
En su cocción de cacerola
Me avisó que yo llegaría justo a tiempo
A cantar con la murga

Un 456 de coetc
Chifla chato por García Morales
Y un olor de carne asada
Agrieta el último roncar del invierno.

Siempre es volver a San Martín
Viaja el silencio en valijas sin destino
Ya casi llegar. 

martes, septiembre 24, 2019

Madrugada en Sarandí

El reloj golpeó un salero
Y sobre el asfalto de la Rambla
El cielo me devolvió cartas sin mandar

Su perfume se pierde 
último giro de un anillo de humo
Disolviéndose hasta el horizonte

Las horas de paz
Revuelven los miedos
La finitud y lo eterno
Pelean por una amargura
De garganta.

Se alivió la vereda
Vuelve el celeste del viento
A primaveras en blanco

Las lilas y los campanarios
Serán una sola materia
Cuando agarren la madrugada
En Sarandí. 


viernes, septiembre 13, 2019

Una vida en la orilla

Los recuerdos de los sueños deben ser contenidos durante el día. Los conocidos desfigurados, los cielos amarillos, los porros en ceniceros, las casas de las ex, todo es retenido en las redes del sol de acá. Porque se vive en la noche con otra sed y otra voz, que paralelamente habita la misma realidad. Podríamos llegar a relajarnos tanto admirando balcones, construyendo ciudades de materia sensorial innegable. Sin embargo los caminos deben convivir para preservar algo similar a una sensación de cordura que lleve a puerto, los botes extrañados de cada una de las horas que transitamos. 

miércoles, septiembre 11, 2019

A raíz de una emisora nocturna

Antes que nada agradecer al responsable por la banda sonora de la vida, que puso esta hermosa canción en las cercanías de una medianoche de setiembre, justo cuando el bondi pasa frente al castillo donde una vez viví. Fue en invierno, y V  todavía respondía a algunos de mis correos electrónicos. Después la avenida Millán se volvió tosca o tupida de una reiteración adormilante. Flota el solo de guitarra sobre el asfalto brilloso de humedad y sigo algo interrumpido por pensar en la fragilidad. Parece que temo a la carne cayendo entre relojes que anuncian el olvido total. Siguen subiendo jóvenes de auriculares al ómnibus y una canción de La Vela Puerca me devuelve a un estado previo al de maravillarme ante lo escrito anteriormente. Retorno pareja al construir bloque de Asociación previo. Premio desconsolado una mañana perdida de enero que al ser rememorada sonríe con algo de displicencia. Ir llegando al barrio casi nunca es ir, sino volver, y así lo confirma ahora una prehistórica canción del Cuarteto... Porque yo la quise amar. Sin embargo volcanes pintaron con sangre la miseria escondida de mi pellejo. Los ojos destruyeron aquello que la mente temió para el corazón. Una botella de Zillertal voló por los aires, y eso fue todo. Se terminó aquel carnaval. 

domingo, septiembre 08, 2019

Juego de asociaciones

Pradito
Visión en verde
Castillo invernal
Parada con salida de liceo
Germán Barbato
Primeros cigarrillos
Cementerio central
Maracaná
Fotos de ella
Aquel abrazo
Lluvia y cerveza
Edición de escenas de festi
Máscara de vaca
Cheff de Baker's
Destierro
Reforma retorno rebote

(Mientras el bus al ensayo
Toma un inesperado desvío hacia la rural)

Soy música fest

miércoles, septiembre 04, 2019

A raíz de un ensayo más

Tan enamorado de ésta retirada
Que cuando dice abrazo
En esa nota
Se quiebra mi esternón
Y un rumor de lágrima
Amaga a mis párpados ojeroso

Se termina el tiempo de esta Ternera
Pero otro está a punto de arrancar

lunes, septiembre 02, 2019

A raíz del apartamento

Hechizo de esquina pudre el cuarzo naranja de las dos menos veinte. Porque en la India existe un tipo de musicalidad que es tangencial, en algún punto, a la forma de proceder del oído occidental con acento en la posmodernidad, en la posverdad, posmetaforadedios; este azar algo absurdo y por definición inasible, es a cada instante confundido, estrujado por las sombras (iguales a tentáculos) del fantasma de un demiurgo borroneado, desdentado, creador ya devaluado, indistinguible y hasta algo soso, que por cierto rige aún se podría rebuscar para regir todos nuestros destinos. Quiero decir, nuestro dios no ha visitado la India, salvo por esa vez que se tomó unas respetuosas vacaciones en el Tíbet. Somos números borradizos en el pizarrón de un carnaval que nunca fue, y sí, puedo hablar de eso, con relativa propiedad. Las meditaciones de nivel inconciente que se ejecutan bajo el sombrero en la retirada, son como bolsas de arpillera donde diversos universos se hacen tambores, y donde es menester ser nada más que una quena de sutil capacidad escenográfica. Una particula complementaria que no busca ningún centro y que se vuelve feliz en la inaprensible fugacidad del momento presente, tiempo de bienvenidas y, a su vez, de adioses duros e irremediables, ring de soledades y de continuas batallas, arena de sangre irremediablen y de un fondo que es imposible rechazar, o acabar de abrazar de forma definitiva. Cuerda para ahorcados infinitos, sentencia de mar y coral con veneno sin nombre. Cuna de fuego y trueno para avisar que no hay comienzo.  

domingo, septiembre 01, 2019

Apunte tardío

Vengo caminando por Victoriano Álvarez y al mirar para arriba, veo un nido de pájaro sobre la rama de un árbol. Gritan  cuatro teros sobre un techo de chapa, gritan fuerte y casi al unísono, emitendo una señal molesta por su frecuencia estridente y repetitiva. Aminoré un poco la marcha para detenerme en la figura del nido. Todo el mundo dice de los nidos de las aves, cómo carajo hacen para construir CON EL PICO esas casitas tan adorables y tan simplemente funcionales. No alcanzo a entender en absoluto, la relación que existe entre sus diminutos cerebros, la precariedad de sus herramientas, y la capacidad aprendida de fabricarse un refugio en el que procrear, criar a su descendencia, y mirar un maratón de House of Cards, supongo. Pero en eso, al pasar de largo calle arriba, todavía bajo el rugir agudo de los cuatro teros, empiezo a notar las antenas de cablevisión. Posadas sobre los aleros en las casas de la cooperativa, y apuntando todas hacia un mismo punto en el cielo. Me dio curiosidad saber hacia dónde apuntaban exactamente. Casi me olvidaba de los nidos hasta que las mismas casas de la cooperativa eran también nidos, casitas adorables hechas por animales ingeniosos y muy religiosos, con manos de pulgar oponible. Ahí pensé que las repetitivas modulaciones de aquel alarido insufrible guardaban una estrecha relación  las ondas satelitáles que en una misma vez, transmiten a Bear Grills, a Ron Schneider y a Osvaldo Gross, entre tantos otros miles de rostros familiares y nombres como los que acabo de mencionar. En eso entro arriba de mis pies, a la terminal Colón, ese temprano cementerio de cemento me recibe con aire impersonal, le sonrío saludándola para s adentros. Ya en el aire de agosto no se oía más que el rumor perdido de los teros. Ahí viene el 130 Aduana. 

sábado, agosto 03, 2019

La pecera

Hay una hilera de cuerpos colocados con primor justo donde se apaga la espuma de las olas. La luna invisible se sienta sobre un edificio para ver las placas del río, alineándose a su antojo en las inmediaciones del puerto. Vastas calaveras metálicas, los cargueros que ceden bajo el espinazo de las ávidas grúas, de a uno van orbitando los contenedores, y se puede adivinar la mortalidad de todos nosotros, solo con ver su mecánica obsesión, su ojo a combustible fósil, cinchando los pesos muertos, la pirámide invertida de nuestra decadencia. Perdí la cuenta de los cafés que me tomé en el día, la ventana tapiada ha dejado pasar todo tipo de lamentos y camdombes que la Aduana vomita, lenta y periódicamente de lunes a lunes. Varios noches se han vuelto en astillas en éste mismo salón que ahora denuncia otro café y este sabor de trucho porro paraguayo que marea también al agua de la pecera. 

miércoles, julio 31, 2019

Inconexo

Se supo que era un fraude desde que lanzó al río, las llaves de sus pensamientos. Nos quedamos trancados en innumerables especulaciones, perdimos en la dialéctica, la verdadera capacidad de conexión y nos volvimos inmóviles. Pero un roce de luminosidad, en la última mañana de Julio, nos dejó soñar con recuerdos borrosos, calles empedradas y caballos fanáticos, sin quebrar en nuestro pecho, el último hilo de verdadera humanidad. Un ejercito de calvos, leen las noticias mientras toman café en mesas de disonante continuidad. Ésta peatonal cansa de siglos el murmullo anacrónico de una bandada de palomas. 

lunes, julio 29, 2019

Variado

 Quiero una pequeña tasa de cerámica, que tenga un cierre apropiado para transportar café en estas mañanas tan frías. No para llevar un litro, con que cargue 150cc a mí me alcanza. 
 A veces cuesta que prenda la estufa a leña. De tarde suelo pensar en Victoria, aunque ya desde atrás de un vidrio grueso y bastante triste. De seguro es por la cantidad de agua que se ha dedicado a absorber la leña. 
 La eternidad del gato se entremezcla con recuerdos del 2001. En los noventa, sin embargo, todo venía en cassettes, y la madrugada se sentía un poco más inexplorada, o al menos para mí. 
 Alguien vuelve a viajar, hay todo un sentido de la vida que se centra en la condición viajante del ser.
 Puede que tenga un cierto temor por las polillas, se me hacen algo monstruosas en su escondida simbología de conocimiento oscuro. Un poco me fascinan, y otro poco me llenan de humano terror. 

miércoles, julio 24, 2019

Canción con preposiciones

Pasa la calle abajo
Como un rollo vuelto a hacer
Pasa la noche arriba
Igual que un cerro dado vuelta

Gira un silencio adentro
Como unos dados color gris
Gira la noche por debajo
Igual que un sol de vapor

Fulminante canción
Que parece una flor
No la puedo encontrar
Y la quiero cantar

Espera el barrio detrás
Igual al tiempo su voz
Ecos de gritos delante
Como un adiós divagante



domingo, julio 21, 2019

4 estrofas dislocadas

Palidece contra chapas
Mecánica perversa
Y champión colgado de un árbol

Luz esquiva del invierno
Muerte de vientos
Y estomagos revelados

Parará la turba enardecida
De podar hilos de brillo
Al borde de la madrugada

Foto mordida por el polvo
Trama que ahora fracturada
Alojará esperanza de eterno retorno
Para volver a sufrir la fugacidad

jueves, julio 11, 2019

A pesar de

Aludir a una cosa diferente
Cuando digo mediodía
Quiero decir caballo
Cuando digo distancia
Hablo de sueños

Si es que hay luces
Si es que hay hechos
Yo voy a decir café
Luna rastrera
Y duda provechosa
Sobre huertos de dalias

La brisa mastica el pasto
El cielo rasca las casitas perdidas
Y yo apurado. 

martes, julio 09, 2019

Rimas celestes

Silencio enrollado
Por las aves atropellado
Pequeño sol que no tira
Alargando la sombra fría

Flota el sueño de los perros
Y un viejo sube pie por el cerro
Se intuye el respiro de las plantas
Bajo un cielo pálido con nubes blancas

Rebota otro adiós contra las chapas
Canta la brisa que el cigarro mata
Y el pasto reposa tranquilo

lunes, julio 08, 2019

Vueltas

Creer que se vuelve
Cuando esperas un bus
Creyendo volver a un camino
Que alguna vez fue destino
Y lo que ayer nos dolía
Hoy es poesía
Marchita la flor
Que en semilla tornó su color

Helado Montevideo
Lo más lejos de febrero
La noche sábana antigua
Que deja nuestro cantar
Por la mitad

Escupir renegar y voltear
Una herida al costado cargar
Hasta la primer luz
Sobre el pinar.

miércoles, julio 03, 2019

Y cenizas

Vino a tejer el invierno, una carcasa sobre mi ánimo, cárcel tras la cual, fermentó mi poesía en cascos de fiebre y dolor de ventana vacía. En apretado mosaico los versos guardados, conservados en vinagre, soportaron las semanas y las temperaturas de gélida humedad. Sin embargo un martes cualquiera del mes de Julio, volví a soñar la misma mujer, de la cual solo quedaba un teléfono, una leona de oro de la que solo quedaba la vacía vereda de un balneario, y un teléfono. Desperté autrdido, con mucha tos, como si estando hondamente dormido, hubiese caminado por mi cara, una araña demasiado antigua, hecha con heridas, aislaciones y cenizas. 

sábado, junio 15, 2019

Uno menos

Murga de latas
Abre las alas
Una voz se destapa
Y el frío que mata

Volver por Garzón
Ojeras, vereda y canción
Luna besada por nubes
Escudos quebrados por neón
De avenidas azules que sólo suben

Cantos de extraño ritual
nos abraza una sensación
Fichas que caen en su lugar
Acordes parecidos a mapas

Un tablado más...

miércoles, junio 12, 2019

A raíz de una noticia

La imposible condición
Juego de baraja bajo tierra
En el fondo no hay fondo
Y no hay techo arriba

Todo no fluye
Todo no es.
Barricadas orgánicas
Para hechos inexistentes

Deberíamos aprender
La libertad del fotón
O aceptarla...

lunes, junio 10, 2019

Indescriptible

Se espesó el alquitrán del cielo
El agua callada está todavía 
 Un pájaro anuncia el mediodía
Por acá un velorio

Suenan alarmas y duerme el gato
Parecerán moscas las antenas
Y vendrá el invierno
Con su legión de silencios

La catedral da las once
Montevideo presiente lluvia
Y yo letárgico
Antártico
Anárquico
Despeluzado de una melancolía
Indescriptible

lunes, junio 03, 2019

O nieve

La helada llegó más temprano
Cielo blanco con gotas de adiós
Suspendida la tarde
Todo sigue entre ronquidos
Y amuletos vencidos.

Melancolía y levitación
Muerte de estación de tren
Y recuerdos de otras calles
Sin salida. 

Cada tanto pasa un auto
Uno de ellos traerá la noche
Y otro, finalmente la relevará
Con día casi de invierno
O nieve de nuevas soledades. 

miércoles, mayo 29, 2019

Cita de Kierkegaard

(Suena i won't be your beast of burden, de los Stones)

Nos encontramos en el bar a la hora acordada. Llegó él hasta mí, dado que lo esperaba sentado de antemano en la mesa 106. Un bajo fanal de vidrio sobre ésta (la mesa), contenía un poco de agua donde flotaba una velita. La infaltable concha con aceitunas comenzaba a presentar una actitud deficitaria cuando mi amigo llegó, tomó asiento y me dio la mano.

No terminó de pasar una hora y ya habíamos liquidado una Horda de Tragos, nombre que le dábamos con Gerbett a la hábil maniobra que ejecutábamos para embriagarnos sin demora. En lugar de ordenar varias rondas (y someternos a las demoras que ocasiona el servicio que a nosotros nos parecía el mejor de la ciudad), encargábamos todos juntos, bebiendo en el orden que la bebida se va "degradando". Whisky Monkey Shoulder con hielo y whiskey Monkey Shoulder sin hielo. Cada Horda constaba en seis vasos que, ahora, acaparaban la mesa impúdicos en su vacío.

(suena un extraño remix de Redemption Songs de Marley)

Yo intentaba convencer a Gerbett que la clásica niebla londinense respondía a la cantidad de cigarrillos que se fumaba, por su parte mi amigo no paraba de hablar de lo cara que está la bajada de bandera en el taxi, y algo relacionado a la primera guerra mundial. No fue hasta terminada la segunda Horda que alcanzamos un acuerdo, y se dispersaron por fin, los ásperos ánimos de la discusión. Laurita (la única moza que nosotros admitíamos) nos miraba detenidamente cada vez que pasaba cerca de nuestra mesa. En determinado momento, tal vez cerca de la una de la noche, Gerbett me confesó que su reciente alejamiento fue provocado por las reiteradas amenazas que la banda de Selva efectuó sobre su persona para disuadirlo de avanzar en la senda del teatro Montevideano.
-Me cuesta creer que Selva pierda tiempo en querer interrumpir nuestra corriente creativa. -dije, escupiendo.
- A mí me cuesta creer que solamente me hayan contactado a mí, siendo que vos sos el que se encarga de la producción. Aunque al menos los Selva me reconocen como el artífice de la genialidad.

- Es evidente que sus informantes no están haciendo bien su trabajo. Al final de cuentas todo se resume a esa famosa cita de Kierkegaard "jamás conoceremos al otro desde la frontera difusa entre lo personal y lo preacordado"
- Kierkegaard, jamás dijo eso.
- Tal vez fue Erich Frömm.
- Estoy seguro que Frömm tampoco dijo eso en su vida.
- Te das cuenta que es virtualmente imposible que puedas afirmar categóricamente tal cosa. Aunque puede que lo haya dicho Pepín Bello... Mi ágrafo predilecto.
- Odio a los ágrafos, pedantes de mierda, Sócrates, don Juan, Jesús... Pepín Bello. Siempre con misterios, siempre ocultando cosas, dando via libre a todo tipo de malos entendidos, holgazanes, me dan náusea.
- Laurita! Otra Horda, porfavor.

jueves, mayo 23, 2019

Piedad de jabón


Pasé un mes entero sin tener novedades de mi amigo Baltasar Gerbett. Con las negociaciones para la producción de la obra en punto muerto, me dediqué a escribir el guión de un corto independiente que llevaría por título "El Uber del Tiempo". El filme de 18 minutos, aparecería más de la mitad en tonos de sepia, e iba a versar sobre las fortunas y desventuras de un usuario del afamado servicio, quien al contrario de lo que el gran público hubiese preferido, no lo utilizaba para evitar enmendar los desaciertos propios del pasado, ni para prevenir los errores que lo llevaron a finalizar una relación amorosa, ni para dusminuir la procrastinación que lo llevó a abandonar una prometedora carrera como profesor de educación física, ni para correr a compar a dólares antes de la crisis del 2002, hecho que al personaje hubiese convenido de grande manera, máxime por haber comprado diversas propiedades inmobiliarias en la moneda Estadounidense, apenas meses antes de la corrida bancaria y la ruptura del margen de flotación establecido por el Banco Central.

Éste usuario, ahora de muy humildes recursos, a quien entre lecturas de diversos catálogos de Nuvó, decidí llamar Folleto, utilizaría  los servicios del Uber del Tiempo para asistir al teatro Cibils, en la calle Ituzaingó, al dd/mm/aa, con la finalidad de intentar prevenir el atentado contra el general Máximo Santos, o al menos presenciar el suicidio de su atacante, y en caso de ser posible, escupir, gruñir o hasta insultar sobre el cadáver del acobardado magnicida.

La idea fue algo vaga en una primera instancia, lo reconozco. Sin embargo después del minuto 4, mi pasión fue in crescendo hasta alcanzar niveles de éxtasis narrativo pocas veces experimentado. Momentos antes de escribir el febril y casi sinfónico final del guión, decidí abandonarlo para siempre, luego de haberme erizado reiteradas veces recordando el sonido que produce un marcador permanente sobre el papel.

En ese momento, después de un vaso de ginebra con soda de naranja y casi medio paquete de Galousies, decidí abocarme a la escultura y retomar mi reproducción de la piedad de Miguel Ángel sobre una barra vieja de jabón Bão. Gerbet y yo siempre tuvimos una sana competencia sobre quién era capaz de hacer la mayor cantidad de réplicas de los grandes maestros del Renacimiento, casi siempre utilizando, para esto, las más dispares y miserables técnicas, dada nuestra falta total de materiales. Se me encimó una considerable cantidad de nostalgia y se me antojaba una buena noche de Baker's bar con el Balta. Le envié, tras corregir algunas imperfecciones en la barba de Cristo, un audio de Instagram a mi amigo: - DELTA-X-DELTA, acá Northen Light. Es preciso que nos reunamos en la calle charrúa, donde usted ya sabe, a las 2351 horas, sé que me escucha y que dado la hora actual, se encuentra usted viendo Mastercheff, así que espero finalize el mencionado show para recibir su afirmativa respuesta.
Ni cuarenta segundos transcurrieron hasta que apareció en pantalla su respuesta. Ok. 

martes, mayo 14, 2019

Thomas Whitecastle

A lo largo del último mes, tuve oportunidad de pasar reiteradas veces por la calle Juan Carlos Gómez durante la hora 9. Por lo general voy absorto en mis propios pensamientos, entre los que nunca faltan, como bien saben quienes me conocen, el vuelo de las partículas de polvo, el errático comportamiento de los qubits y, casi siempre, el porcentaje de hidratación que debe tener la pizza ideal. 

No obstante, ayer me sentía intrépido, aventurero y propenso a tomar decisiones que me ayudasen a cambiar el rumbo de mis días rutinarios. Fue entonces que pasé por la puerta de una coqueta oficina,  nunca antes sentí interés por ella, ésta vez me detuve como guiado por un poder superior, en el que nunca he creído, a través de las ventanas se podría apreciar la seguridad y la cálida amabilidad de un ambiente laboral muy apacible y elegante. Thomas Whitecastle, broker de seguros, rezaba en pulcras letras blancas, un letrero adehrido en una de los vidrios. Sin haber tenido en mi vida ningún tipo de contacto con el mundo de los seguros, me pareció creer en ese momento que esa oficina era el lugar en el mundo donde debería yo, regalar mi plus valía hasta el día de mi retiro. 

Me recibió la mirada sorprendida de la persona más cercana a la puerta cuando toqué el timbre para entrar. No sin una cuota de asombro, sonó como un pulso eléctrico que destrabó la puerta permitiéndome el ingreso. Me presenté, adjuntando de forma inmediata, mi solicitud oral de empleo inmediato. Juro que en ese momento, nada me parecía más urgente, más precioso que ingresar inmediatamente a trabajar para Thomas Whitecastle, broker de seguros. Tan pronto como formulé mi deseo, recibí una dudosa negativa y un soso alegato de "de momento no estamos necesitando personal".

Fueron necesarios los esfuerzos de dos elegantes funcionarios y el discurso calmado y algo dubitativo del guardia de seguridad para comenzar a disuadirme. Sin embargo, al ver la camisa planchada de uno de ellos, olfatear la calidad de su perfume importado, mis bríos se renovaron y comencé a pedir, con vociferaciones varias, una reunión inmediata con el señor Whitecastle, quien según uno de los muchachos, se hallaba en una importante reunión. Aunque creo que miraba asustado a través de una colosal puerta entornada, decidí creerle y acto seguido, como en una lamentable capitulación, escribí mi número de celular en un volante arrugado que traía en mi pantalón y demandé que ni bien el señor se desocupase, se pusiese en contacto conmigo para solucionar aquel vergonzoso malentendido. 

No sé en qué momento se lanzó el primer puñetazo, ni cuál de los involucrados en la pelea general fue el responsable del lanzamiento de la grapadora que destrozó el ventanal con el letrero. Solo sé que 4 segundos después de que el último golpe fuese asestado en mi traquea, perdí el conocimiento, para retomarlo solo cuando estaba dentro del patrullero rumbo a ma seccional primera, por suerte a pocas cuadras del sitio del suceso. Afortunadamente me dejaron ir un par de horas más tarde, luego de explicarle todo el asunto a un moreno agente de escritorio que me observó todo el tiempo con aire piadoso. No hay caso... La gente está cada día más loca. 

viernes, mayo 10, 2019

Paseo innecesario

Debí haberme imaginado que los sueños de zombis estaban anunciando la inundación de mi casa. Pero no lo hice. De modo que grande y amarga fue mi sorpresa, cuando a mitad de la noche, me levanté para servirme un tazón de sopa de tomates, como hago todos los martes de madrugada, y me encontré a mi gata, tratando treparse al mueble del comedor, parcialmente sumergida en un río de agua terrosa que provenía del terreno del fondo. En ese momento lamenté profundamente haber desmantelado la bomba de agua que almacenaba para ese fin, y empleado algunas de sus piezas en la inútil taza de café que decía "buenos días" y que ahora me miraba con aire socarrón desde la mesada de la cocina. 

A la mañana siguiente, la melancolía me invadía por completo. Apenas sirvió para despejarme, la llamada que recibí en el momento que terminaba de sacar los esqueletos de bagre que aún permanecían desparramados por el piso. Era Gerbett, diciendo que finalmente se estaba acercando a la fórmula para la cura definitiva del mal aliento. Así que me puse mi mejor deportivo de Peñarol, mi camisa floreada y mis mocasines blancos (que por fortuna y milagro habían sorteado las aguas ennegrecidas) y salí a toda prisa para su casa. 

Al llegar, me encontré con su casa vacía. Gerbett no estaba, no atendía mis llamados y ni pista de él había por ningún rincón de la casa, y eso que lo busqué por todos lados, en el baño, en la azotea e incluso bajo los almohadones de cuero rojo capitoneado, donde más de una vez lo había encontrado, escondido de sus propias ideas paranoides. De modo que me serví un buen vaso de Monkey Shoulder y terminándolo de un trago, me volví a pie a mi casa. Al llegar volvió a sonar el teléfono, era mi amigo. -- Dónde estás? Te busqué por todas partes, pedazo de imbécil. 
- Por todas partes no. Te olvidaste de buscar dentro del ropero de mi cuarto. 

jueves, mayo 09, 2019

Sobre la producción de Amor y Odio por el Queso Rallado

Llegué a la casa de Gerbett algún segundo después de las 16:21. Lo encontré tendido e inconsciente sobre una reproducción parcial del Hombre de Vitrubio en la que trabajaba hacía ya casi 12 años, vestía un zapato de cada par (Gerbett, no el Vitrubio, quien es conocido por su proverbial desnudez), y su cabello color motaza, mostraba un peinado impecable. Estaba de espaldas, lo volteé valiéndome de un lampazo para piso y pude ver que estaba despierto, sollozando. Al interrogarlo por su lamentable estado, me contó que ésta misma tardr volvía del súper con una bolsa llena de naranjas y que en la puerta de su casa, un niño de no más de 7 años lo había golpeado hasta hacerlo sangrar. Conforme avanzó la charla, pude darme cuenta que más que la golpiza, Gerbett lamentaba haber manchado su moño favorito con una salpicadura de su propia sangre. Intenté animarlo prometiendo buenas nuevas sobre la producción de nuestra obra teatral. Una luz de esperanza brilló en sus ojos, también color mostaza, pero toda su dicha volvió a desvanecerse cuando comenté (como quitándole importancia) que Kravitz, no solo declinó la invitación, sino que rentó un par de monjes tibetanos para intimidarme en caso de persistir con la idea. Me empeciné entonces en recordarle que Guillermo Lockhart no había dicho textualmente que no a mi oferta para ser el remplazo de Kravitz, y que el teatro Victoria respondió nuestra misiva, con una contraoferta de $u4.000, pero que la iluminación habría de correr por cuenta nuestra. A ese punto, Gerbett parecía haber vuelto al estado de vergüenza en el que lo encontré y se hallaba otra vez tendido sobre el Vitrubio, murmurando "mi moñito, mi moñito".

miércoles, mayo 08, 2019

3 apuntes sueltos

Estuve 18 meses absorto en mi investigación sobre robótica aplicada a la vida cotidiana. Hoy abandono la túnica y la tornilladora eléctrica, después de no conseguir más resultados que una taza de café que siempre tiene un fondo amargo imbebible y que no es capaz de decir otra cosa que buenos días a las nueve de la noche. 

Obtuve mucho mejores resultados cuando durante toda una noche, estuve sentado en algún bar con Baltasar Gerbett, buscando inspiración para escribir una obra de teatro. No sin violentas discrepancias, acordamos que el título sería "Amor y odio por el queso rallado", y que trataría sobre un joven de la ex-Yugoslavia que recorre estaciones de tren en busca de una pluma capaz de escribir por él, todas las letras del alfabeto sumerio. Ahora buscamos que Paco Casal acceda a financiar la contratación de Lenny Kravitz, para interpretar el papel de la pluma, y que para ello deberia someterse a una dieta vegana que lo ayudase a bajar 18 kilos en 4 semanas. Gerbett se ofreció desinteresadamente para interpretar al joven protagonista,  pero solo a condición de poder usar un bigote falso sobre su ya frondoso bigote color mostaza. 

Anoche estuve horas soñando que asesinaba zombis con un kukri ligeramente desafilado. Al despertar, a mitad de la noche, escuché extraños sonidos provenientes de debajo de mi cama. Nada me hubiese perturbado más que la realidad, mi gata había cagado bajo la cama y al parecer se limpiaba en un papel de regalo arrugado que permanecía allí desde las últimas navidades. No obstante, esta mañana al despertar, nada me produjo más angustia que recordar haberme dormido antes que terminase el primer bloque de La Venganza Será Terrible. 

lunes, mayo 06, 2019

Rimas últimas

Lavados los ecos de un tango
La flor de sus ojos se cerró
Volcaron relojes taladros
Y el viejo fuego se apagó

La luna perdida en febrero
En mayo se oscureció
Y ese ñato del infierno
En tu ángel se convirtió

El lunes ya es cosa de antaño
La muerte se lo llevó
Las huellas de mi poesía
La lluvia las derrotó

Por eso entre la neblina
Y las hadas del corazón
Quedará esta carta vencida
Canción de un tiempo...
Que ya no es.

martes, abril 30, 2019

To Mr. N (by m.m.)

Desde hace tantos años ausente y presente, omnipresente, omnisciente, vivaz y consciente, se extrañan las noches de incierta costumbre de dejarse llevar por el camino de infantil, instinto divino.
Éste amanecer puto de colores, esta aurora tibia y sonora de otoño, despide el mes de abril, casi robado.

 Y desde la mañana de típica plaza Zabala, en el corazón de la histórica península de éste humilde rincón grisáceo, tan uruguayo y subversivo, te escribo un estribillo neoyorkino yyen en tu nombre te bendigo.

Feel our soul.
Cross the bridge
Snap at time
And let the beer
Run free
Over the border

Pasarselo por el bigote
Estruendo de confusión
Y una mano que se agita
Desde una postal decolorida

lunes, abril 29, 2019

Para renacer

Pero es que no hubo manera
Ni jugando en contra
De las altísimas probabilidades
No hubo manera de hundir
El acorazado de manteca y huevos
Son de la pobreza
Suerte inexplicable
Que lo invitaba a volver

Este ciber deleznable
Viejo podrido
Portador de una verdad
De mostrador abandonado
Jarra de cerveza
Flor en ciudadela
Racha indemne
Del adiós.

Máquinas de fiesta
Altavoz del último después
Y es la madrugada
Que se anuncia
En otro carrusel.

Un martes cualquiera
Para renacer.

Sobre este lunes

Capaz tenga que ver con agarrar un papel y arrugarlo tanto como sea posible, un papel donde se escribieron todas las palabras del juicio y la razón, todo aquello que nos describe inexorablemente, y con apasionada apatía, arrugarlo hasta deshacer toda su rectitud, toda su estática costumbre, para luego limpiarse el culo con él. 
O capaz tenga que ver con atravesar estoico, la melancolía del ocaso del lunes, dejarse apalear por el canto de las aves y mirar lo inabarcable con serena entrega, para sucumbir ante la noche sin remedio del ser, entendiendo casi como al pasar, que nacimos para morir y aún así cantar, aún así reirse de todo lo demás y de uno mismo, sabiendo que no hay mal de mayor seriedad que el de nuestra apocada arrogancia de payaso, sin olvidar ni un segundo, que todo esto es un juego sin reglas ni sentido, una mímica estúpida de otra realidad inalcanzable. 

miércoles, abril 24, 2019

Antiguo romance del Varela

Extraviado par
Al borde del corazón
Silencio que es voz
Que suena en los años de no estar.

Una vida ausente.
Y en la aduana una casualidad
Viejos baldosones
Cae el universo en su lugar.


sábado, abril 20, 2019

Otro viernes Santo

Cortaba el viento
Viejas lunas
Por semana de turismo

Volaban al dormir
Sus altas alas
Color de mar

La vid de las pasiones
Relatos de Quiroga
Y cigarrillos por la calle fría.

En la mañana  hubo llovizna
Y un ómnibus que nos alejó
Dejando envases vacíos. 

viernes, abril 19, 2019

A raiz de un raro recuerdo

Vendedor de la historia
Paño a paño
Los besos se desdibujan
Y viejas poesías viven
Trancadas en pasados improbables

Luna presidente
En cielo rasgado
Por medusas de sueño
Balcón donde el polvo
Plantó banderas y lunas
Que fueron anclas
Y ahora casi viento.

Abril de grandes bacanales
Tiempo de misteriosa calma
Y campo para primeras heladas

Suspiran pétalos
Como azules sombras de pájaros
Dentro de jardines medio vacíos
Para regresar. 

viernes, abril 12, 2019

A raíz del tango carnaval de mi barrio

Esquina que otoño sopló
Sábado de primera escarcha
Y los jardines se pararán de mano
Ahora que los gatos son de vidrio
Y un bandoeón levanta polvo
En la madrugada.

Salpica la niebla casi helada
Opacando vidrios y baldosas
Escribir se parece a perdonar
Lo que jamás va a ocurrir

Todas las serpientes encantadas
Ondean la arena que el tiempo olvidó
Bajo el nogal de cenizas que ronca
Y un ladrido pedrada entre las cañas
Patio polvorón de flores
 apenas humedas

Y ahí viene el sueño
Como un alivio
O un diluvio.

miércoles, abril 10, 2019

A raíz de un desayuno

Círculo de trapecistas
Prisioneros en el cielo
Ciudad rodeada por el mar
Donde flotan los perfumes
De una mañana cualquiera

Pasan las bicicletas
Haciendo surcos en el aire
Huecos en la memoria
Y yo quiero otro cigarrillo

Desayuno frente al campanario
Dolor de catedral
Para palomas centenarias
Bajo una sombra cenicienta

Había una mujer
Cuyo nombre
Ya no duele. 

miércoles, abril 03, 2019

A raíz de un segmento de Dolina

Un casamiento bajo el agua
Un altar de musgo
Donde la sal cristaliza

Animales cuidados
Poderes del éter
Para milagros sin sombra

Sueño desde un balcón
Donde vuelan tortugas
Recordando dinosaurios
De miedo y de miércoles

lunes, abril 01, 2019

A raíz de ir hasta el kiosco

El tiempo, 
máscara para máquina viviente
Pedazos de gris
Acariciando los árboles

El perfume de la distancia
El silencio azul sobre el pasto
Autos achicharrados
En caminos de abandono

Luminosa serenidad
Tras noche con niebla
Polvo hecho con huesos
De pajaritos perdidos

Hay una duda
Un sentimiento endeble
Que es acunado
Por el primer lunes de abril.

Caminos hacia el eterno retorno
Cápsulas de ardor
Bajo la piel cicatrizada.

miércoles, marzo 27, 2019

A raíz de lo que pensaba anoche

Silencioso escándalo
Rapto de golondrinas
En el filo del mediodía
Jardín con bandoneón
Tras trémula jaula de oro

Aquel esperpento embarullado
Asistente vitalicio al amanecer
De la calle Gaboto.
Mordedor de mesas
Ojos de boleadora
Pasaba tranca en el baño
Luego de noche asfixiante
Embutido en camisas
Cigarros, cerveza y rolling stones.

El apremio físico de un amor
Parecido a una tormenta
Ahora es solo una hoja arrugada
Que sopla en el viento callado
De un otoño transmutación

Polvo de todos los relojes
Lluvia de todos loslos pasados.

sábado, marzo 23, 2019

01

Ya es tan tarde
O tan temprano
Que no es posible
Distinguir

Ruta vieja
Hacia el barrio
Amaga amanecer
Los relojes
Salva y revolver

Éste bus
Éste viajar
Éste volver

Tan fugaz
Renacer

viernes, marzo 22, 2019

Cierre

Un fresco gris anuncia
Que llega el último espectáculo
Porque en la falda del otoño
Arderá otra vez la retirada
Y los murguistas
Despintarán su cara
Hasta el otro carnaval

Una plaza
Bajo nuevas nubes
Que traen la luna llena
En sus pliegues
Será recinto sagrado
Donde diremos adiós
Y la flor se volverá semilla
Al bajar. 

No hay muerte
Ni resurrección
Solo perseguir
El nuevo brote
Engarzado
En una promesa. 

jueves, marzo 21, 2019

La primer nuez

El otoño se posó sobre el césped
Y trajo un silencio de oro viejo
Que teñirá de ocre, la altísima copa
Y el aliento milenario del nogal.

Los ríos y los mares que me habitan
Acatarán el mandato
Y acompañarán los largos pasos
Del sol estival que de nuevo se muere.

Sueño de insectos fabulosos
Se despiertan en la orilla
Bajo banderas de nostalgia
Y un suave dolor de cabeza.

El cielo herido cicatriza
Las manos temblorosas
El blanco perfil de una novia,
Noche de eterno retorno
Y fiesta para antiguos cantores.

Reloj que miente las horas


miércoles, marzo 20, 2019

A raíz del fin de carnaval

Otra vez el olor de orín
Decorando los rincones
Otra vez por última vez
Ensayar el repertorio
Bajo el mantón de la luna llena

Vino
Polillas gigantes
Llegar a un punto
En que toda voz
Es un grito.

Darse cuenta
Al escuchar la trasnochada del 15
Que hay heridas que cierran
Y amores que se suspenden
Dentro del corazón.

Hay una lluvia
De aromas errantes
Que es más esquiva 
Que la felicidad

Siempre vagar
Tango de medianoche
Vals de efluvio lunar
Que llevará el recuerdo
Del aroma de sus pliegues

Que habrán rincones
Donde suenan
Despedidas.

lunes, marzo 18, 2019

Otra murga

Murga perfil y trayecto
Murga ventanas en flor
La madrugada despierta
En el candil de tu adiós. 

La vereda siempre abierta
Entre el viento del cantor
Los recuerdos cobran vida
Y es perfume su canción. 

La guitarra amanecida
Dormirá...
Hasta volver

miércoles, marzo 13, 2019

Sin fondo

Ruido blanco
Bandeja con tijeras
Llegan a mesas de olvido
Donde las copas quebradas
Despliegan alas
Y dudas

Qué pasó con aquella esquina mía
Con aquella luna de pólvora
Con mi amor revolucionario
Y la palabra suspendida
Entre retratos de la rambla

Se fueron las hormigas
De la fuente sanguinolenta
Roma saqueada
Rutas empolvadas 
Y blancas estatuas sin cabeza

El plomo se volvió bandera
Y agrias palabras por la radio
Se arremolinan en Montevideo
Causando estragos de angustia
Y charcos de lágrimas sin fondo. 

martes, marzo 12, 2019

Un mapa en el ruido

Marzo ataca envuelto en tul de lluvia
Cielo blanco arriba, ojos lavados
Posados en dalias melancólicas
Suena una caricia por los techos
Despidiendo otro carnaval
Dejando suspiros colgados
En las ramas del nogal centenario

Marzo agarra cuerpo en el silencio
Colgado de un día somnoliento
Salpicando historias de otros tiempos
Con notas de adios y brisa del ayer
Se apagaron las luces amarillas
Se han llevado los muñecos del tablado
Y mi traje doblado en un rincón
Lleno de penas mudas
Se hará polvo y mariposas
Junto a fotos y a perdones
Que el tiempo no va a devolver

Abril traerá canciones
Guitarras, frisos, ensayos
Y una nueva germinación
De vino y de parrillas
Bajo el frío. 

lunes, marzo 04, 2019

Como pude

Se sopló el juego
Y todos barridos
Somos testigos
Del cúmulo de insectos
Que deambulan
En la madrugada.

Los pájaros escondidos
La luna un charco
Y una guitarra desesperada
Bailando tras la huella de una murga

Este despeñadero
Este balcón
Esta poesía algo trancada
Esta persecución
Son siempre la misma cosa.

Toda la vida me pasé
Sospechando la magia
Acaso una especie de truco
Ilusión de una realidad
Quebrada por espejos


domingo, marzo 03, 2019

Aniversarios

En los altillos de Montevideo
La noche se vuelve caja de cartón
Metálico aparato mecánico 
Bajo luces que se desdibujan
En oscuridades y amarillos gastados

La noche de marzo en Montevideo 
Tiene olor a tabaco y perfume
A rocío sobre el pasto 
Al inocente temblor de una novia.

Pecas como lanchas
Van surcando el blanco firmamento
Mientras viajo hacia el oeste
Y ella es todo este
Todo seda musical de veinte años.

El humo de mis alas
Va a llenar la noche de almendras
Y también voy a ser balcón
Doliendo habitaciones derruídas
Junto al arroyo, antes del Prado
Ya no pensando ni en la muerte
Ni en la ausencia pertinaz
De esos fantasmas que me pueblan
ni en aquella otra noche
También montevideana
De Rambla, soledad y Trasnochada. 

domingo, febrero 17, 2019

Algo de calma

Ver por un cristal
Que una vez fue playa
Pudo ser otra canción abandonada
Pero quiso ser llegada
Sonrisa azul en la madrugada.

Una terraza bajo el carnaval
Con luna aspirina a punto de llenar
Donde acaricié su brazo
Mientras sostenía mi mano
Que temblaba para adentro.

Calle transfigurada
Vaga similitud con plasticina
Y legión de ventanas entreabiertas
Que cada tanto muestran una luz
O un signo de exclamación.

Sinth
Llave maestra
Fugaz oxidación
Relato editado
Para caber en un rincón
Pólvora de ensueño
Que capaz imaginó
Algo de calma...

jueves, febrero 14, 2019

Tras la pausa

Manjar de rocío
Que bautiza noche nueva
Después del viento y la sombra

En otra plaza, yo
Y ella, en la misma plaza
Disfrazada de carnaval
Sus ojos muy grandes
Que ven mis manos.

Huelo su pelo, apenas curioso
Y algo se cristaliza y se quiebra
Detrás de un dejo de perfume
Parroquial.

Viejos engranajes
Comienzan a girar,
Mi mano en su cuello...

Soltar
Dejar que el tiempo pase
Mientras caminamos.

jueves, febrero 07, 2019

Cruzar a la rambla

Yo ya lo había escuchado
Eso que pasó después de la cantera
No sería rara en mí tal alucinación
Eso que en carnaval pasan cosas
Y existe un dios sexual despiadado
Riendo en un trono de barro y oropel

Después, las señales se leen solas
Y el mapa se dibuja para atrás
En el amanecer de la isla.

Son golpes los chistes del guionista
Solo burla su revés inesperado
Y pasa todo ante tus ojos
Llorosos por desencanto y alcohol.

Ruleta premeditada
Vaso enorme de cerveza
Herida cauterizada que arde
Regreso en amanecer
Y un hondo movimiento visceral

En verdad nada nuevo.

El truco del macho alfa
Es la sempiterna pena
Del antihéroe.

Inútil honestidad
Sobra decir lo que se siente
Cuando el arroyo con sangre
Deja un souvenir de telaraña
Perdido en la arena. 

Ataque excepcional
Fétida rúbrica sacerdotal
Que corta o que poda como tijera
El último brote de mi niño.

Queda el sabor de despedida
Para algo que jamás fue
Y ruedan por la avenida
Lágrimas y risas 
En vapor lánguido.

Paletazo. Bateo. Arrime.
Celestino imbécil que la noche aclama
Su herida de payaso
Su perder entreverdo
En carnaval.










martes, febrero 05, 2019

Febrero te raptó a mi sueño

Sueño de una hora cuarenta 
La estúpida casa en penumbra
Y fiesta de Trasnochada
Vino de fantasía
Encontrarte y decirte
Con énfasis atronador
"Tenés un permitido?"

Figura de fijación
Tu desvanecimiento
Justo al amanecer
Por colchones sin sábanas
Manía de volver
Cuando se está más lejos que nunca

Cómo convencerme que no eras vos..
Para no abandonar mi cama.

sábado, enero 26, 2019

Tablado

La cara pintada. Un barrio lleno de grillos donde con las últimas chispas del sol, nos encontramos en la puerta. Un pizarrón. Cambiarse la ropa en el baño mientras gente pasa por un pasillo hacia las sillas plásticas. Transformación, transmutación, alquimia. Van y vienen latas de cerveza fría y tras bambalinas calentamos los motores. Cae la noche y al pasar, los niños te chocan los cinco. Saludar al público y mandarse de lleno a la clarinada mientras todo el sueño se vuelve vida. Pisando las tablas, bailamos. La pintura comienza a chorrear por la cara al tiempo que llega la retirada. Nos bajamos cantando y los mismos niños te piden que les pintes la cara. Amigos emocionados que nos fueron a ver. El sueño es ahora sólo un recuerdo. Pero hoy de nuevo. Carnaval.