jueves, enero 30, 2020

Calentamiento

Carnaval como un pájaro
Esconde entre las plumas
La melancolía del invierno
En la tempestad de brillantina
Surge como ahogado, un gemido
Una tenue cancelación
Que es espada entre las rosas

Fumo mientras escribo
Recordando la niebla y la helada
Catástrofes de besos por carta
Balcones apuñalados
Y rimas descarnadas
En el canto final

Patina la noche afuera
El último ómnibus
Se lleva a la murga de nuevo al club
Y los vinos serán de anestesia
Junto con abrazos como salvavidas
Para minutos que morirán sin remedio.

domingo, enero 26, 2020

El cielo del agujero que mira, María

 
 Casi definitivo instante
Donde el agua y los edificios
Se chocan
 Cuando pasa el gas la rambla
Y una calle muere en silencio
Sin ver el mar
 Su ventana para siempre congelada
La silueta de un viejo muerto
Que entre pensiones de olvido
Deja rajar al final
Únicos abrazos y piedras preciosas


 La sola sombra 
El salado Salomón mental
Tiene el hígado indiferente
Y mientras ralla las pelotas
Sube en árboles campana
Para atorar en luz de oro
La hora última de la noche

Verso errante andariego
Duendes re curdelli
Juegan a la rayuela
Entre Ángeles de combustible

jueves, enero 23, 2020

Crónica

Desintegración de toda constante
Muros vivos que ceden
Ante fantasmal empuje
Finales ligeramente similares
Visión de un llano infernal
Donde mueren los días terrenos
Decrepitud andante
Desobediencia que raja las pieles
Ojos triturados
En pastina sin nombre
Catedral sobre una montaña
Vacuedad de todo espíritu
Sangre en polvo como condena mística
Sitiando a náufragos sin aire
Procesión de ataúdes infames
Junto a ataúdes heroicos
Cuya gloria es vejada por relojes
Puntas de lanzas
Con los dientes carcomidos
Dragones de uniforme
Vomitando fuego sobre manifestaciones
Buques llenos de venganza
Agua cáustica para pobres que se aferran a una bandera perdida
Dolor de madre bajo heridas de metralla
Fuegos de artificio para mujeres asesinadas


viernes, enero 17, 2020

Cigarros del amanecer

Qué capricho de Morfeo
Te habrá devuelto a mi playa?
Qué torcedura, qué limadura
Te habrá puesto bajo esa fina lluvia
En ese supermercado
Viviendo en el mismo corredor
Atesorada, melancólica
Muerta de olvido
Y desamor.

Vi tu boca
Después de tanto tiempo
Tu pelo descolgándose
Sobre tus hombros finos
La maravilla de tus ojos
Hondas piscinas de café
Que sobre enroscaron mi soñar
Atándolo a si mismo
Imposibilitando su deshacerse
Al despertar.

Ya no espero más respuesta
Que la de tu voz en mis sueños
Sé que se han agotado para vos
Los pensamientos donde me urgías
Los pensamientos de piedad
O las recordaciones insomnes
Sobre desérticas sábanas negras.

Casi acepto
Casi suelto
Casi vuelo
De aquel abrazo
Con lluvia.
De aquel vino
Y los cigarros
Del amanecer.


jueves, enero 16, 2020

Casi estamos

Ya están reventando los ensayos
el viento que insinúa brillantina
Se despliega bajo la luna menguante
Y el temblor del carnaval
Aumenta en cada toque de campana

El centro ya es pabellón de Momo
Enero como una gaviota o una paloma
Vuela en picada hacia un rápido amanecer de rubíes fantasía.

Caminaremos la rambla hoy
Para llegar a viejas novedades.



lunes, enero 13, 2020

Me dejaste varela

Dormi más de un amanecer
Arrugándome de ganas
Ni una ni dos ni tres ni cuatro
Como ahogado, en un rapto
Dónde abunda la teoría
Y naufragan las chances
Una tras otra..
Todo escape, todo desencuentro
Todo no correspondencia

Subo al viaducto casi solo ahora
Con la murga todavía en la ropa
Y con palmas de bajada en enero
Casi solo
Al saber que no hubo quórum
Ni esta noche ni aquella otra

Hace algunos años, una vez
Estuviste cerca
Y yo atropellé volcanes sin ternura
A las nueve la mañana
Pero ese no fue el yo que quise ser
Y nunca más pude ser otro

Porque vivís en mis bordes
Siempre cayéndome por fuera
Y suele ser tanto mi pudor
Que soy incapaz de alcanzarte

Y termino último y acorralado
Queriendo ser ese que hoy
se encontró contigo.

domingo, enero 12, 2020

Agradecimiento a Borges

Medianoche
Y una angustia como frazada
Revienta silenciosa
Contra un ruido de motor lejano

Todo es amarillento
Todo dentro de éste verano de nadie
Ebulle en esa luz como de condena
Que apuñala calores
Y tiñe con su derretimiento
Mi aire acogotado de vacía espera

Hoy encontré en las palabras de Borges
La lágrima que el día me tenía reservada
El detenido brillo en su ceguera
Me recordó cuál es la tarea del poeta
Y cuál su pecado capital

Hoy encontré en uno de sus poemas
La pieza del ajedrez por la que muere mi tiempo
La brisa quebradiza
La intimidad del mediodía
La insignia de símbolos
En la que naufraga mi poesía.


jueves, enero 09, 2020

Inesperada enemistad e inmediata reconciliación

 Gerbett y yo volvimos a tener problemas personales... Más exacto sería decir que nos tomamos a golpes de puño (aunque me pareció más apropiada la primera, para línea de apertura). El incidente se desencadenó cuando al momento de pagar por la transacción, mi amigo comenzó por sospechar de la autenticidad de las obras de Giotto que yo estaba a punto de venderle. Dejó caer la pluma sobre su mesa, en un sobreactuado gesto de sorpresa. Sin mover un solo músculo de la cara, del bolsillo interior de su chaleco de paño negro (no estoy seguro sobre el nombre de la tela ya que no me enorgullece mi amplia ignorancia sobre el nombre de los distintos tipos de tela) sacó un pequeño y muy arrogante monóculo, que se colocó con aires Reales. La imagen me produjo tal indignación, tal daño en mi estima por Gerbett, que le di un jab de zurda en el ojo que no llevaba el monóculo, el izquierdo creo recordar. Él soltó un grito de dolor que , a propósito, hizo sonar como una especie de grito de "yo sabía". Entonces en un gesto inesperadamente agil, giró habilmente y lanzó sobre mí, una bonita patada de taekwon-do, que por fortuna, gracias a los reflejos que aprendí como guardametas aquella temporada 92 en la categoría churrinche del Alas Rojas, logré semi esquivar, obteniendo como mejora, la totalidad del impacto sobre la cara exterior de mi brazo izquierdo, y no en la cara exterior de mi cara, como hubiese sido el deseo de mi amigo, ahora devenido en mortal adversario. 
 La lucha se propagó por cinco o veintiséis minutos más, habiendo resultado dañado en el proceso: el control remoto del aire acondicionado, algunas páginas de una antigua Gideon's Bible, un vaso con fondo de leche con cocoa, un inmenso castillo de naipes hecho casi de 240 unidades, la pantalla de mi C115 y por supuesto las 7 obras de Giotto que Baltasar escupió con sangre durante una de sus alocuciones vociferantes, en las que me acusaba no solo de falsificador de poca monta, sino también de no condimentar la comida lo suficiente, esto último sí, casi consigue quebrarme por completo. 

domingo, enero 05, 2020

Duerme la murga

El humo se vuelve compota
Bajo el canto del ventilador
Disolviéndose al final
Errante en la noche

Sangre en los arbustos
Molinete de sombra
Que nadie sopla a esta hora
Cuneta donde florecen olvidos
Entre charcos con estrellas

Duerme la murga
En la sal del verano
Cenicero de polillas
Y un jazmín envuelto en llamas