sábado, junio 21, 2008

Extrañarte (quimerica tarea)


Vengo a vos por este medio porque lo considero más seguro. Tengo que ordenar el caudal de palabras que me vas dejando en la lengua en cada silencio, en cada sonrisa lejana, en cada estrella vacía. Sueño con el imposible de tus brazos y siento que me estoy quedando tan solo con unas pocas fibras de toda tu plateada silueta... y no me alcanza, pero a la vez entiendo el porqué de los corazones que dejan los amantes tallados en los árboles y sé que en tu cuello el lugar para mis huellas está contado fatalmente de antemano. Y yo, bueno, sabiendo lo que cuesta armar un full me esmero intentando hacer sencillamente eterno el fugaz contacto de nuestras mentes y casi sin darme cuenta me encuentra el amanecer, me encuentra el invierno adornando mi estúpida soledad con recortes de tus caricias, con recuerdos de olores e imágenes a medio cocinar. Nuestra noche está marcada, estamos yendo siempre hacia ella y no sabemos cuando ni donde pero nos dará la caza como a torpes conejos, con plena seguridad, con terrorífica certeza. Hasta entonces... Espero... Y escribo.

(entrada nº 300, dedicada a Lynn)

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