domingo, abril 24, 2022

El aire

 El aire del paso molino parece en pausa, parece una gelatina de piña flotando arriba de baldosas llorosas y de autos picados. Los omnibus después de la tarde van llenos de niños de padres separados, la gente habla todavía fuerte olvidando que mañana es lunes. Las últimas lianas del fin de semana languidecen en el aire húmedo y pesado, un reloj con ojos de loco susurra crípticas poesías en mi odio de sauce y queso muzarela. Trabajé tanto en la semana que casi no tuve energías para descansar, apenas pude atiborrarme con hostoria romana y biografías de Lord Byron u Al Capone. Vi a mi hijo parado sobre un escenario, aclamado por un público tan jóven que casi no me costó aceptar la belleza serena de mis casi 40 años. Vi en las redes, de rebote, una foto de V y con un terror suave y tibio, el paso del tiempo me hizo llegar un telegrma urgente que tenía la firma definitva de la muerte. Comí solo en un bar, vi un gol de Rampla, sigo escribiendo canciones. 

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