sábado, agosto 23, 2008

Versos sobre el momento en que salí a abrir el portón

Las telas frías de la noche caen
al amanecer.
Los ojos de mi amada duermen ahora
lejos, pero cerca de mi gris memoria
de mi fantasma condensado en las frazadas
y los pájaros tejen sus canciones
al amanecer.

Las lentas figuras beben
el dulce baile del rocío
y la luna de costado, emana su silencio
mientras las paredes sufren del frío
y las duras alucinaciones
del amanecer.

(Agosto quiere irse pronto
pero ha dejado sus huellas impresas
en la mirada sombría del hombre
y en el amanecer.)

Una sensación de espera eterna
y no llegan las carrozas
que transportan tu nombre
por ahora duermen también en sus rincones
por el amanecer.

La noche ha entrado en su sueño recurrente
ni una voz ni un vidrio quedan,
no queda un recuerdo intacto
ni una ventana por la que no hayas pasado queda.

El sol no apareció todavía
ni se asomó sobre las copas
pero sus brazos ya alcanzan el cielo
y su orgullo se insinúa en los gatos callejeros
que van huyendo a sus sueños, también,
mientras que avanza implacable...
el amanecer.

2 comentarios:

Silvia_D dijo...

Hola, niño, gracias por ir a mi blog.
Veo que sigues haciendo preciosos versos , llenos de sentimiento... te felicito, son geniales.

Nos leemos :)

Te dejo besos

NandoXXI dijo...

Bueno, que me vas a hacer sonrojar...
Muchas gracias por tus bellas palabras de aliento que son como una brisa fresca para la soledad de mi blog. Un abrazo!!