miércoles, marzo 31, 2010

La tragedia de San Deces

En aquella jungla de tigres amarillos, amarillitos claros y colores fluorescentes, yo solia ser multicolor. Y como no podia ser de otra forma no era raro que en medio de todo el olor impregnado a delicia de aires nocturnos que brotaba de los autoproclamados reyes de la selva, de repente era confundido con una oscura planta carnivora camaleónica extravagante y dura. Y claro, es que cuando comienza el acto no pueden faltar los protagonistas, pero también claro está que estos protagonistas existen gracias a aquellos actores de reparto que vagan incansablemente tejiendo telerañas a su alrededor, a pedido del director, para protegerles de la cruda realidad que acecha cuando nos despedimos a la mañana y el bus aflora como autora matinal, llamando al orden, el progreso y tantas cosas para las que los dueños de las selvas y de los glaciares, y de los terremotos y de las aguas, los fuegos y las risas locas, no nacieron porque la libertad es la libertad señores. Y por supuesto, las aves, no aquellas de rapiña, porque podriamos aburrirnos de contar historias, pero más bien enfocándonos a el ave murciélago, que nos avisa con su andar, sobre algunos cambios que en el momento de subir esa cuerda de viola de fuego no se pueden percibir en todo su esplendor (no se entiende un carajo). Y como si nada me veo relatando lo que nunca termino de ser. Como toda aquella polaridad cambió y la tierra se dio vuelta como una tortilla seca, convirtiendo todo aquello en un territorio de nadie, seco, áspero, dejandose ver - por primera vez desde los tiempos oficialmente marcados en el calendario maya - su verdadero rostro desmijagado, desempolvado, desmenuzado, y desorientado a no más dar. Y llamando a la policía, a los bomberos, al guardia de seguridad de la esquina, y a los malandras de alla abajo, a revisar el estado patético de la situación actual, es que todo comienza nuevamente en otro mundo, otra vida, otro cielo, donde los reyes y las reinas quedaron jaqueados por las dunas amarillitas que decoran el suave paisaje sin fin pero que termina en tu nombre. Ese nombre tan importante y tan codiciado que te llevó hasta tu verdadero lugar al que perteneces. Y como se suele decir habitualmente, no hay mejor lugar que el de uno, por suerte.

~↑ by the fike →{

jueves, marzo 25, 2010

El Viaje . Agarrate Catalina

Llevo un juramento sin jurar
llevo una oración sin terminar
el dolor de no ser nada mas
y mi testamento sin firmar.

Nada tuve nada deje
mi pobreza ya me la gaste
si hoy tengo una flor en el ojal
es para dejarla en el final

Si he de morir
que me muera de tanto vivir
con la furia de la tempestad
incendiandome el alma al partir

Si he de partir
que me parta la vida un amor
que transforme mis huesos en flor
en algún carnaval.

Y todo lo que fui lo dejo en el adiós
viviendo en el lugar de lo que soy
y lo que quise ser detrás de este telón
apenas fue una efímera ilusión

Ya se encienden las luces del final
agradezco porque llegue hasta acá
escapando a la muerte en un camión
en un camión que se va...
en el carnaval.

Un camión que se va,
la función, el final
Viaje que comienza
viaje que termina
en este tablado
de la humanidad
se termina el viaje
de la catalina
y otro...
otro esta por comenzar

miércoles, marzo 24, 2010

La guerrilla

Mi casa ha sido invadida por los ratones de la tristeza. Corren por la mesa, impunes, malévolos, escurridizos. Tendiéndome a mi, trampas de la nostalgia, donde caigo dia por medio. El tiempo es el hogar supremo, en el nos convertimos en lo que somos y en lo que nunca seremos. Hay un aliento extraño en mi casa, si, debo reconocerlo. Un soplido de nube lejana, un aire de lenta promesa que le encanta demorar y demorarse en las ramas desnudas, en el silbido del otoño que entra como perico por su casa, haciendo gala de nuestra insignificancia. Y yo lo huelo, que voy a hacer sino. Me dejo embriagar por una perspectiva desfigurada de un tiempo futuro. Todo se arremolina en quedadas palabras en el viento y los ratones. Perversos pequeñajos, buenos para nada, intimidando a mis soledades, erizando mi pulcritud de hombre de las cavernas. Un día voy a recordar esto como un mal sueño. Como la pesadilla de vampiros que tuve esta misma tarde, de la que desperté con un llamado de mi jefe diciendo que habíamos perdido un edificio por mi culpa... No es de extrañarse entonces que me haya levantado con mi peor humor y que el mundo me haya parecido una ratonera de tristezas cuando me vi al espejo la cara hinchada por la suculenta siesta del otoño. Me parece que voy a preparar el mate y re armar la trampa para los ratones.

lunes, marzo 22, 2010

Oda a Annette Schwarz

Culo salvaje
enredado en la sabiduría profunda de tus formas.
Culo indomable
que se retuerce buscando matador.
Culo sagrado
con las formas eternas del cielo del hombre.

Tu reflejo te perfora la cornea
las luces rechinan
y todo lo demás se apaga
en un interminable
sabor de rosas y praderas.

La lasciva enredadera de mis ojos
te va tomando, culo,
te va llamando en la profundidad de la noche
mientras la luna vela,
con sus dos ojos dados vuelta
el crepitar ansioso de tu fuego.

Atorada profundamente
en ese aberrante portaligas negro
te estas quedando llena de ausencias
por alimentar ese culo hasta el tope de sirenas
que paren horas de desconsuelo
para el que ajeno a su pálido fulgor
avanza y avanza, tanteando tinieblas.

Deseo tocar tu cielo con las manos
deseo hacer contigo una pequeña bolita
y colocarte toda dentro de mi boca.

Despatarrada en tu cama queen size
tu ácidos cabellos parecen rubios estallidos de electricidad.
Prendes un cigarro.
Conoces el guion de memoria.
Y tu culo que no tiene casi ojos
huele un lubrico desenlace
tras el telón de la cámara encendida.

Te queres sentir una princesa
en tu gelatinoso universo
de glorias y exquisitos líquidos vaginales.
Manuel Ferrara es el dios sin nombre
de tus imposibles adivinanzas,
conoce la llave de tu vicio de reina,
la sagrada necesidad de tu quebrada voluntad de niña.

Tu culo entre los graffitis del puerto
the neigborhood itself its ready to jump inside you.
tu culo es una mazmorra eterna,
donde negros y navegantes se perderán para siempre
en promesas de amor adolescente.

Tu boca se abre como la de un siglo
lleno de un silencio que estalla en mil pedazos
bajo el satánico espaldarazo de tu orgasmo,
bajo la humeante y trágica seguridad
de tus gemidos y tus arcadas.

También podes ser la nueva S. Saint
aunque mas perra, artera y morbosa
con tu sexo chatarra post-post-moderno
y tus hilos de babas infinitas
que violan la vista
y ultrajan la voluntad amansada de no poder tenerte.

Tus ojos perdidos en formas que no conocemos,
la abominable seducción de tus ígneas pupilas
la camioneta te llevara de nuevo
tu estrella de semen y seno
te arrestaran en la ultima esquina de la locura
y yo te seguiré mirando...

mientras escribo.




viernes, marzo 19, 2010

Silencio Gomoso

Afuera de la ventana
pasan cosas.
Un trueno largo y pesado
cruza el cielo de este a oeste.
La parra silenciosa
espera el goce minúsculo
de la lluvia que anuncia el otoño.
Hojas marrones
besan el cemento en que se pudren.
Se despiden de su ciclo...
viajan al suelo.
Hay colores oscuros
que visten al cielo de gala.
Hay primavera en otro lado.
Viajes por los recuerdos
dulces y jugosos de tus manos
donde perdí la niñez
y encontré el tesoro de tu amor,
bajo una lluvia de otoño como esta
donde la parra era mística y silenciosa
y donde los truenos surcaban el cielo
de este a oeste.
Ahora nomás despierto
y muerdo el polvo mojado
que impregna el aire tibio y enrarecido.
Me voy fumando hacia la noche revuelta
mascando un silencio gomoso
buscando más
y mirando para ambos lados.

jueves, marzo 18, 2010

Sin Título

Ding dong
suena la hora.
El palacio abrirá
sus alas al alba...
Por entre el resplandor
de un verde sendero
venís vos,
pintada de otras luces,
rosada por un amor sin nombres.
Tic Tac
dice el reloj.
El palacio estará
en silencio...
hasta mañana.

miércoles, marzo 17, 2010

Lejos

Querida!
Tanto tiempo...
En la forma de tu sombra
hay negras alas de cuervo.
Distrutas la tarde
mientras roés tu miedo.
El verano pasó
como una ilusión cálida
y un paisaje verde
con óceano.
Cataratas de razón
barcos de fantasía
vas girando lenta en el sillón
y las voces de tu mente saltan
hacia nuevos días llenos
que irás vaciando sin sueños.
Un perro ladra
y rompe la madrugada,
buscás merca y coagulación
pero hay raspaduras tiernas
donde habitan siniestros
fantasmas del pasado.
Pasó demasiado tiempo
desde nuestro último blues,
los ventanales de la hora
han estallado tristemente
bajo las mil pedradas del destino.
Ahora estas allá
tal vez leyendo esto...
y todo puede parecer perfecto
mientras perdes el hilo
entre el vuelo de una golondrina.
Pero ahora nomás
te vas a dar la vuelta
y vas a seguir, sin rumbo
hacia el piadoso pantano
de la rutina.

martes, marzo 02, 2010

Lunes 1 de Marzo - Plaza Independencia (parte uno)

En el día de ayer tuve el privilegio de estar de corazón latiente en ésta hermosa tierra de nadie, perdida a un costado de un río particularmente ancho. Para contar la siguiente semblanza como merece ser contada, hace falta contextualizarla como es debido: El domingo fue un día particularmente extraño y exageradamente bello, fui al viejo barrio donde viví una jornada sencillamente atipica que encontró su fin en la casa de mi compadre (con quien posteriormente tuviera el placer de compartir el asunto del 1º de marzo) a las ocho y pico de la mañana. Cuando nos levantamos, en su casa, donde dormimos entre una interesante multitud de ácaros (que de alguna manera avisaban lo que estaría por venir) decidimos, casi al unisono que lo que había que hacer era ir para la plaza independencia a ver el cambio de mando presidencial. El problema fue la hora, eran cerca de las cinco de la tarde cuando recobramos media posesión de nuestras facultades y en casa de Nico asistimos de pié, frente a la computadora de su padre, a la parte inicial de la ceremonia en plaza independencia, pucha, dijimos, a lo mejor sea un poco tarde. Fue entonces que decidimos apurarnos de manera desaforada, sobretodo aquel y partimos para allá teniendo que hacer una pequeña escala forzada por la curva de maroñas, barrio de mi actual residencia. Bueno, pintó eso, en mi casa hicimos ese mate y arrancamos con furia para el lugar en cuestión. Nos bajamos cerca de plaza Libertad y emprendimos la marcha hacia el gentío tricolor que se disponía solemne y pleno de alegría en el centro de esta hermosa ciudad. Mucho olor a torta fritas, a chorolo, a vino y porro. Cuando llegamos a calle andes la cosa era absolutamente multitudinaria. Fue entonces que decidimos introducirnos hasta el frente mismo del acto, hasta al lado del escenario, cosa que nos costó sobremanera, mientras sonaba de fondo alguna canción del viejo Viglietti.