miércoles, julio 16, 2008

Dragón de Humo

Encendidas las estrellas
bailaban en su lejanía,
el aire tierno perfumaba los rincones.

Una duda, como una espera
llenaba el cielo de señales
que hasta entonces no había entendido.

La plaza estaba herida por el tiempo
echada como un animal adormecido
con sus tristes luces de papel de diario
y sus parejas pintadas en oscuros besos.

El encuentro que talló la memoria
como otrora había hecho
en la suavidad de los 18

Pero hoy fue distinto...
el aire hablaba de vos
mientras vos hablabas del aire.



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