jueves, septiembre 10, 2009

Desilusion en las fronteras

Ahora me lleno de faltas ortograficas
de pesados versos de queja y de esperanza.
Ahora me lleno de esto, de aquello y de lo que vendra.

Tengo el cinturon tan apretado
que casi soy dos personas distintas.
Extrano tanto todo aquello que con dos hojas
y una ramita supimos armar...
todas las noches de refuerzo y coca cola.
todas las armas desgastadas por las palabras
todas las palabras que afilaron nuestras armas
todas las melodias mudas que intentabamos gritar
todas las profecias de lluvias imperecederas
todas las marcas en la arena
todas las tardes de faso en la rambla del desconcierto.

Estoy agotado por el aire que se quema a mi costado
busco la sombra de lo que fui por los rincones donde estuve
busco el resplandor oscuro de tu sonrisa y te extrano guacho,
salado.

Montevideo esta floreciendo de nostalgias poderosas
todo gira sobre si mismo, intentando vanamente retroceder en el tiempo.
Todavia resuenan nuestros pasos en el alba de la calle colon
todavia nuestros culos pegados en la plazoleta de ejido
todavia nuestras monedas en la caja del cewal, que se fundio
y ahora vende lo que le queda en una escalera miserable
que hace las veces de mini mercado del devenir y los fracasos.

Montevideo esta cambiando, en su infinita monotonia
en su eterno acordo de lamentos y carcajadas.
Orion en el cielo pregunta por vos, a veces
y me agarra sin palabras que puedan medir el tiempo que falta.

Yo ya no juego a casi nada.
Me restriego los ojos con tierra y me levanto temprano,
vivo adherido a un sueno que se me resbala hasta el alma
ya me estoy olvidando de la noche lavada de junio
pero le peleo al tiempo que todo destruye
y me quiero quedar con aunque sea un puto silencio dorado
y no estas palabras que no dicen, con estas lagrimas de pelusa que no lloran
con esta firma de nadie que ando repartiendo en busca de un momento propicio
desde el cual saltar hacia mi destino definitivo.

Vuelvo a estar solo.
Abandonado por la promesa de un amor perfecto,
me he quedado contando una a una
las particulas de oscuridad que colman la noche.

Cada tanto tomo el 1o3
pienso en vos tambien,
pienso en aquella,
en mi guri.
Y me doy cuenta a cada rato
que la vida es corta, negro,
pero es eterna,
mientras brilla una esperanza
aunque sea perdida en el cielo
aunque este revolcada en el barro
o mascada por el vulgo inmortal
o por la noche austera
o por el amanecer de la limpieza de obra.

No hay forma de dar la vuelta atras
nos toca lo que nos toca
y con eso jugamos
hasta el final.

Te mando un abrazo a la distancia,
master.

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