Estuviste... eso lo sé
lo sé porque las grietas de mis sábanas
guardan el perfume de tu cuerpo.
Lo sé porque mi alma no dejó de repetirte,
lo sé porque en mis manos quedan rastros
de tu aliento, de tu piel, de tu sonrisa.
Estuviste... ahora lo entiendo
estuviste enroscada en mis piernas
estuviste mirando mis ojos
con ternura y un tenue brillo de fascinación.
No fue por la marihuana
ni por el cabernet sauvignon
que con alegría bebimos
sin brindar.
No fue por el peso de mi soledad
que me empujo a hacerte mía.
No fue porque yo estaba ahí
que elegiste el olor de mis besos.
No sé por qué fue que fue
lo que fue, ni me interesa
lo que desearía saber es
por qué no es lo que no ha sido
por qué todavía no estas
aferrada con liviandad a mi mirada
riendo aquí de mis tonterías sin sentido.
Al menos estuviste... eso lo sé
lo sé porque anoche te extrañé
lo sé porque ahora pienso en vos
y te recuerdo con una sonrisa
y una lánguida lagrima de melancolía.
Lo sé porque te escribo...
desde otra noche vacía.
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