entre el frío y el fuego
entre la eternidad y el llanto
entre la verdad y el tedio
entre la luna y el aire
dejo caer los petalos
de mi tristeza
me ato una soga al cuello
y camino alegre
por la rambla de la existencia.
bajo el inagotable caudal de estrellas
contando las horas para una bienvenida
huelo el perfume del presente que me llama
desde el pasado, por el futuro, bajo la mesa.
hay un maniquí que sangra acá en mi pecho
una figura inanimada que ronda la oscuridad
tiene una sonrisa pintada en las manos
y una claridad de miope, que brilla por callar.
Este febrero, este mismo febrero que para vos es helado
para mi es cálido y ventoso, húmedo, fragante,
lleno de una mucosidad vieja que apenas reconozco como mía.
Este momento sobre el calendario, monte Olimpo
para todos los dioses que se turnan
para lanzar sobre el paño de esta noche
los dados de su arrogante destino
que también será mi destino
cuando las caras se detengan
y otra vez....
Alea Jacta Est.
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