Descalzo avanzo en mansos riachuelos,
creo que vuelo pero voy nadando en lo oscuro
amando, corriendo los duros velos de los
celos por el alba y el atardecer que tengo que padecer
para llegar a mañana.
Cierro la ventana y sigo en la caravana
siniestra, perfecta, incorrecta, directamente
al pecho, mientras encima se nos caen los techos
si alguien puede que los paren porque se llueve
la memoria por la fisura infinita
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