sábado, abril 01, 2017

Cada respiro

El árbol nevado
En la cornisa del frío
Un piano como de azúcar
Se derrite en los giros del aire
Y acá la humanidad
Rondando sus barrotes
Canta himnos por la tarde
Que ningún Dios bendice
Las criaturas espantadas
Al otro lado del camino
Dan vuelta la mirada

No queda un pedazo de mí
Que no este infectado
Por la absurda melancolía
Soy un lago en la noche
Una ola plana de silencio
En la severidad de abril

Ya casi no tengo palabras
Para decir que alguien teme
Alguien no llora
Alguien no ríe
Mientras ama la dicotomía
Muerde el polvo de la libertad

Un pelotón de proyectiles
Son mis letras ahogadas
Y el fierro de su ventana
Es la infinidad de una espera
Sin horizonte

Acantilado solitario
Rosa de pólvora
Que escupe miserias
Sobre la mesa vacía
Y vuelta al mate
Al libro
A lo gigantesco de esta tarde
De brisa y motores 

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