miércoles, agosto 29, 2018

Víctimas del hacha

Siempre esconder el mismo lagrimón.  El baile resiste al frío y, joder, la noche es víctima del hacha. Callejuelas de algún país perdido. Jardines de pólvora con trazas de perfume. El loquero aparcado interminablemente a un lado de la avenida, lo estoy viendo mientras que algún desalmado programador ha puesto Time After Time, para renegrir con su sonar, el helado caldo que es el aire de este 148. Las dos de la madrugada. Ya es lunes. Carmelo, ahora Reyes. Me bajo.

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