Esto, para empezar, es algo... digamos que muy dificil de describir con palabras. La descongelacion delos hechos profundos del remate que a medida que se fue intentando meter adentro, se fue dispersando como quien no quiere pero intenta pasar por el medio..... por elmedio de aquel, que intenta retroceder a tus pies, clavada en el mostrador.... de tu sillon, cuando te paras en tus piernas locas, hambrientas de sexo y horrorizantes lagumbres envueltas en tu verdura. Yo pienso lo que sería uno de estos chinitos en un campo de batalla, de hace 250, 300 años, con su arco simple o con su arco compuesto o con su ballesta, a cientocincuenta metros, con el ojo fijado entu cara... apuntando friamente entre el manantial de sangres y de viscerales carnes estomacales. En aquellos tiempose se acostumbraba a decir tantas cosas extrañas. Recordaba aquel momento cuando su padre le decia: "aprende, aprende a embocarla". E insistia: "aprende, aprende a encajarla". Y sin despedirse, volviendo a ser lo que era siempre, le decia :"aprende, aprende a clavarla". Y asi, el fue perfeccionando su temerario y arriesgado arte de matar, de modificar los parametros fisicos del vuelo de la flecha. Y renacio la persecución de la trayectoria que seguia la flecha anterior. "alfin! Ahora entra bien adentro" Decia Timotin mientras no podia disimular su apariencia,su rostro ingenuo y desenmascarado en tiempos de grotescas y toscas novelas.
Cortesía de ElRellano.com & traído por Tu.Tv
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