El cuarto cayó en la decadencia
Todo está atado a tu telaraña
Qué mierda de día es hoy
Que los vecinos escuchan Rodrigo
Y se me cuela en la ventana
El perfume de tu pelo
La fragancia de tu veneno
Cólera indisoluble de cal y amoniaco
Bestial candado en los ojos
Solo por un momento
Y a la vez luz
Estoy cansado ...
Recorrer las vías de tu humanidad
Agotado de agonías esotéricas
Que derrapan en jardines con sombra
Flor del país. Vino tinto. Nevada
Alegría que pone un paraguas
Sobre el legítimo bajón de tu otro pez
Continuo albergue de olas y embates
Que desploman atardecer sobre horizonte
Tu catedral pagana, reina del vicio
Puro corazón blanco
Mujer guerra - niña paz
El fragor de nuestra guerra
Tras la luna de febrero
Fue huella y otro antes y después
En la catarata surrealista de este destino. Díscolo y errático
Desdoblado de palmeras
Y juntos y rudas y ortigas
Y vándalos que destruyen museos
Perforarán persianas insomnes
Celosías de un tiempo sin rosca
Cuando todo lo demás
Pierda el color y quede en sepia
Habrá un destello de jazmín
Una palabra agazapada
En la comisura de los labios
Y se rendirán las ausencias
Porque quedó un néctar
Elixir innombrable de luna llena
Maravilla simple y secreta
De un abrazo en la calle
Un tempranillo y un relincho
Desacomodados en el pecho
Como una nueva bronquitis
Asada de rosas de piedra
Vapor en la tarde inmensa
Cruzar los dedos y las piernas
Caminando largamente
Hurgar en los jirones de estos días
Y encontrar de todo ...
Volveremos a pasear por la vereda
Y algún día, mi amor
Tomarás mi mano de nuevo
Como sin querer
Queriendo.
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