miércoles, febrero 24, 2016

871 y todo lo demás

Sala de espera y frasco 
Ruptura de cordeles 
Posesiones efímeras 
Que descuelgan brazos 
Desde bajas persianas 
Y candiles algo submarinos

Hay una obsesión por la vida
Un aferrase a contradicciones 
Que ampolla los párpados 
Para que se suelten sellos 
Y todo el camino 
Hacia el brillo doloroso 
De la luna en febrero 

Calle de adoquines 
En la que transitan pasados
Todavía deambulan fantasmas 
Presas de eternos amores 
Pasos bailan en el aire florecido 
Estrépitos silenciosos 
Serrucharán júbilos y guirnaldas 

A lo lejos la bacanal de ayer
De nuevo tan distante 
Ocaso que aturde 
Y palabras como sables 
Amputan cascabeles 
De víboras cansadas 

Volver a esa sala 
Dios querido 
La misma cama 
...

Resplandor de azucenas 
Y dolor para manzanas 
Que cayeron de un árbol 
Salvaje, pendenciero
Asesino de ebullición 
O pasivo reencuentro 
Para estrellas y cometas 

Que han dejado un rastro 
Y ventanas inciertas
Y noches todas despojadas  

El humo que fumo
Se evade al infinito 
Descuartizando dragones 
Que intentan vanamente 
Comprender lo incomprensible 
Y los chicles...
Siempre los chicles 
Pegados a la vereda 
Como un insecto 
De múltiples ojos sucios 
Las babas del diablo
Surcan el aire por completo 

Envejecer, habitado por lesiones
Entablillar cortes de bisturí
Y una plegaria cansina 
Que patina como engrasada 
Entre tristeza sin nombre 
Y bollos de lagrimas con pausa 
Desde la cocina renga
Hasta la ultima constelación 

Y yo solo se escribir 
Con mi bandera a media asta 
Y fumar, fumar por todos los males
Todas las grutas con moho 
Por todas las horas derramadas
Por el breve infinito de la vida
Por esas mujeres que me quisieron 
Por la vena constreñida
Por la que avanza y gruñe
Mi sangre verde
Mi arrogancia demente
Mi estar enamorado
Mi estar tan triste 
Mi parálisis 
Y mi ausencia de mí

Ahora retruco 
Tembladeral de trincheras 
Rifles de asalto 
Pago por mi bestialidad 
Rehén de mi pasión 
Exuberante, endemoniada 
Eléctrica entidad en enemistad
Con la armonía concebida 
Parece que soy un niño prodigio  
Que se le fueron las horas
Y que agotó la empatía 
De su reina inconmensurable 
Le clavó el veneno miserable 
De todas sus canciones y agonías 
Porque es cuerda floja 
Sobre abismos de sal marina 
Y que se pierde en mediocridad 
Sin argumentos

Susurros y ambulancia
Perro y gallina y gato embrujado 
Chimeneas caóticas 
Emanan humo índigo 
Procesado con culpas y anhelos 
Pintando de gris el aire
Sonando inclemencias 
Río de la plata y no me importa 
Antojos de dolor los ojos 
Atornillados a paredes lentas
Viejos sillones sin Roma 
Y cardenal de angustia 
Para eucaristía incompleta ...
 

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