domingo, febrero 14, 2016

Canción de las armaduras

Resbalar por el perfil de mármol 
Acatar normas que represan 
Horas de caudal y melodía 
Delinear historia en un plumazo 
Vuelo de cardenal en la noche 
Carbón y petróleo crudo 
Tu pelo como un torrente 
Baña la playa de la almohada 
Baldosas en puzzle sin solución 
Satélites colisionan sin limite 
La intimidad abrazadora 
Anillos de hielo kilométricos 
Órbitas de simetría 
Juego de espejos 
En acantilados donde la piedra 
Cuenta historias de edades perdidas 
Sometimiento sin consuelo 
Por nubarrones de sentir 
Que eclipsan cielos eléctricos 
Vuela otra hora de laguna
Hoja de árbol en danza perpetua 
Ladera abajo de la luna 
Brillantina y despertar 
Abrazar y apaciguar 
Callar y callar 
Detrás de alquimias 
Frente a frente 
Uno a uno 
Los palacios de maravilla 
Son tomados por enredaderas 
Una luz que se prende 
Escenario sin final 
Donde somos ajedrez de conciencia 
Bailando en encrucijadas de umbanda
Estrella y serpentina 
Luna de arrabal caótico 
Y frenos cortados 
Porque somos así 
Retoños de la flor del viento 
Espinas y espumas 
Purificación por fuego 
Arco iris de aceite 
Bajo el amanecer de febrero 
Porque esta prediseñado
Los brazos trémulos 
Las piernas nudos 
Estocada en perfume 
Locura soluble en sudor sin tregua 
Ojos de caballo en la tarde del domingo 
No se puede explicar cómo  
Ni cuánto ni de dónde 
Porque nadie conoce el término 
Que arrebate la inmensidad 
De esta travesía que elegimos
Rápidos en ríos de lengua 
Ingravidez de luciérnaga 
Colgando en las pupilas 
Patinamos de la mano 
En convulsión de llanto 
Con puños como cangrejos 
Nadando en la garganta 
La voracidad de la verdad 
Nos atraviesa y hablamos pavadas 
Decimos un sinfín de armaduras 
Que atajan los rayos de este sol 
A la vez que calientan al rojo 
El brillo de cada placa 
Vuelan las saetas por el aire
Sinfonía de silbidos 
Su estela asesina 
La agonía precipitada 
Por barrancos que atesoran escarcha 
Comunión y arrollado 
Paragolpe y retrovisor 
Manzanas de plata 
Las estrellas que habitan 
El cuenco de tus ojos 
Alfombras voladoras 
Y el tormento blindado 
De anguilas que naufragan en barro 
Asfixia de rock 
y cadencia de candombe 
Brillos sin retorno 
y autopista de júbilo
El perro del infinito 
Lame las heridas de los muertos
Y cada cuervo, cada pantera 
Cada crucera y cada conejo 
Encontrarán su forma 
Detrás del entramado 
Mapa cuarteado 
De todas las palpitaciones 
Que desentierra tesoros 
Para desdibujar antiguas certezas 
Y repoblar de flores 
El pecho oxidado por lagrimas 
Viajaremos ... 
El tiempo es el tiempo 
Hasta que el sol se apague  


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