martes, junio 28, 2016

herencia chinawsky

   esos dias eran una mierda. me habian vueto a robar a mano armada a la salida de una reunion de letras. solo pudieron llevarse mi ronhosa mochila con dos remeras hediondas un libro de coleen mccullogh y mis pastillas antidpresivas. habia niebla y la soledad abundaba en ese entonces. perdi aparte mi viejo iphone cuatro lleno de hermosas fotos y recuerdos de un amor tremendo.
   he ahi otro de mis nefastos negocios un amor increible y de una pasion que nunca antes habia vivido y todo habia terminado para la mierda. andate te odio andate sonaba su voz e mi cabeza y mis ojos calcaban sobre la noche de junio la imagen de su hermoso rostro haciendome sexo oral. al mismo tiempo la imagen de nuestras manos agarradas con ternura a la luz de la estufa a gas. 
  me estaba matando. leia profusamente dia y noche y bebia mucho menos. fumaba mas y mis vinculos familiares sobre todo con mi padre eran una cagada. por lo general olia mal y andaba angustiado por los bancos de niebla y el resfrio me perseguia y aveces me rompia las pelotas. comia poco andaba con hambre de aqui para alla haciendo malabares para conseguir de fumar. por suerte nunca me faltaba cantaba mucho y era feliz entonces y solo entonces cuando las voces del coro se anudaban en lindos acordes y me subian los calores y bailaba y bailaban y no deseaba que se terminara porque sabia que una vez que las voces se pausaran no volveria a sentir pleno hasta el proximo ensayo. la murga se reunia los viernes en la esquina de un bar mugriento y lleno de viejos borrachos mujeres de moral liviana no muy agraciadas. se reunian a escucharnos cantar en ronda en la esquina y habia un viejo muy intrgante y ex tupa y cantor guitarra qua que se hacia llamar el matrero pero resulto ser un un puto fraude mas egomaniaco que nosotros pasamos de el y nos limitabamos a afinar desconsoladamente en la vereda a medianoche lo temas de nuestro repertorio y un sin fin de clasicos de murga en los que a veces nos afirmabamos y a veces no. 
   pensaba mucho en ella y todas las putas canciones me la hacian acordar me tenia los huevos abrasados. queria que se extinguiese de una codenada vez que me dejara de seguir a toda hora. poder dormirme en paz sin sentir que me faltaba un brazo o mejor dicho un metro de intestino. queria querer cojer a mis anchas y no sentir que estaba pecando ante un dios que me habia abandonado de una patada en el culo y haciendo sapito de pico en las calles acidas de la ciudad sin ella.    

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