sábado, junio 18, 2016

Otra Vereda

Tan frío el mediodía
su luz de escarcha convulsa
es respiro para árboles sin fondo
nadar en la pecera del desencanto
y aterrizar por las plazas vacías
letargo de manos contra la pared
y la soledad es como un jarabe
para el reloj sin sombra
la alucinación del tiempo
me deja boquiabierto
porque una muchacha ahogada
aterroriza a las palomas
y se queda a la luna
montada en un avión
que vuela hacia otro olvido
destruir cimientos 
para descocer la nada
hasta hacerla polvo
por el tiempo sin forma que queda
la mudez de la primavera que viene
ver a los perros de la madrugada
aburridos, indolentes, comiendo basura
y de la bolsa de las estrellas
requeches de verduras tristes
para erradicar los recuerdos
vaya manera de cerrar la puerta
tan hermosa aquella noche. 

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