sábado, marzo 28, 2009

Disfraz para mis dolores

Hemos desfigurado las risas de nuestras horas
hemos descubierto el pálido secreto del amanecer,
cada día se cierra en torno a la misma pregunta
cada respiración concentra ese aire viciado por la incertidumbre.

A la noche de largos y lacios cabellos
le hemos hecho un agujero en el muslo
buscando beber el ardor líquido
de su canto sin promesas.

Pero la palabra ha llegado a su máximo punto
y no hay más techo que éste, para su doblegada pasión.

Quisiera encontrarte de una forma u otra
quisiera cambiar ésta paz hermética
por la guerra de tus labios sin frontera.

Te mando un caluroso saludo
y espero encontrar más perfumes
para capturar el sentimiento
y lanzarlo hacia todas partes.


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