lunes, marzo 02, 2009

Oda a un pasado al amanecer

Otra vez la mañana salta hacia adentro de mi cuarto
salta lentamente, trayéndome memorias y olvidos
flores y sombras, nubes y largos hilos de luz solar.

El cielo está lavado por la lluvia,
los perros muertos ya están en el cielo.
Mis manos ya no reconocen las formas
entre el desvelo y la fortuna de la noche.

Fuera, habitan las criaturas más hermosas,
dentro, bueno, adentro solo estoy yo
y éste poema que puja por salir
por quebrar el telón de mi espíritu
y arrojarse sobre las teclas
en un apasionado dance de trance
que nadie atiende,
que nadie recuerda.

Por eso quizás sea que me duelen los ojos
o tal vez sea por el fuego apagado de mi alma
que sigue cansadamente, al lado del río
hacia un horizonte salvaje e incierto.

Y no me voy a mentir, no puedo hacerlo
La recuerdo, se apodera de mi mente sin permiso.
Recuerdo su olor de fruta a la mañana,
sus ojos cristalinos, su boca sin mentiras,
recuerdo su piel tan blanca, flotando en la noche eterna

y la extraño...
la extraño tanto que la olvido

A ésta hora fundacional
en que ella ya no me recuerda...





2 comentarios:

Eugenia S. dijo...

Hasta con olor a rosa. V nice.

Beso

NandoXXI dijo...

Ja! que grata visita, por favor!

Che que demás :D,como andás tanto tiempo? que es de tu vida nena??
Gracias por pasar, te mando un beso grande!