lunes, marzo 07, 2016

Por la peatonal

Las macetas de los obreros 
Reposan en la calle 
Un trompo cascarudo 
Habla en lenguas masónicas 
El ómnibus va saltando 
Entre los tiempos de marzo 
El aire tibio adormece
Los reflejos y la respiración 
Te busco, sigo buscando 
Y encuentro boinas 
Lentes de sol, pañuelos 
Otras mujeres de moño 
Acuarelas de mundo amable 
Pantalones floreados 
Y otros perfumes 
Nueva Palmira es una pasarela 
Donde se apretujan hogueras 
Cigüeñas despintadas 
Por Ecuador congelado 
Y heridas de zarzamora 
Que acallaron pedales 
Y cuencos de lagrimas 
Golpear la portera de tu espalda 
Y que me dejes pasar 
Al fondo de tus ojos 
No muy convencida 
Me das una suave bienvenida 
Que se agotó antes de empezar 
De la que quedaron esquirlas 
Trozos de vidrio molido 
Flotando en la madrugada 
Cómo hacer para que pares 
Te detengas un segundo 
A observar estos ojos que te miran 
Desde el sótano de mi alma 
Te miran con brillo de grito 
Envueltos en frío y trapecios 
Vacíos de red y llenos de puñaladas 
Se van los días 
Tus besos y las trampas del destino 
Mi alma zozobra 
Entre multitud de risas de niños 
Tumulto de escuela pública 
Veredas pobladas de juego 
Cielo de gaviotas 
Mi pecho errante y tropezar 
Amotinado en cartas con fiebre
Mi puño sigue en su rosca 
Con los codos gastados 
De borrar corazones 
Se oye un silbido 
Por la calle Sarandí
Ruido a motor que pasa 
Resignarme a la estafa de la suerte 
La ruleta trucada de tu vientre 
Atrio de consuelo fugaz 
Para altitudes borrascosas 
Que cayeron de tu boca 
En el mortero de mis manos 
Y aquello, esto, lo otro 
Mas acá, más allá 
Mátame, pégame, te muerdo 
Aráñame, córtame las venas 
Arráncame los ojos 
Con el virus de tu indecisión 
Que yo resisto la eternidad 
Del tedio, del silencio, suposiciones 
Garajes vacíos de tu perfume 
Donde paso noches de insomnio 
Imaginando, recreando 
Tejiendo sortilegios 
En muñecas despistadas 
Para anunciar sorpresas de nácar 
Bajo el paredón del cielo 
Bóveda de platino 
Donde renace este poema 
Repetición real de un crimen 
Pasión descalabrada 
Vegetación de largas hojas verdes 
Que crecieron en momentos 
Disueltos sin reproche 
Pegados a la tapa de un libro 
Viejo aguacero y aljibe 
Donde renacuajos inciertos 
Dominaran horizonte 
Y estrella fugaz 
Sobre la antena del 10

 


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