viernes, noviembre 02, 2007

Gassnuvo

Trajes de corcho sobre modelos que se derriten en pasarelas de opio. Tarjetas de crédito que combaten en la soledad del silencio y los bolsillos profundos de la soledad del invierno. Aquella vez fui a comprar unas cerámicas con mi primo a un conocido negocio del ramo y el entró en el generoso galpón para no salir nunca jamas de allí, dejandome esperando... y sin respuesta.

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