viernes, noviembre 09, 2007

sin encontrar respuesta

Sigo sin encontrar una sola respuesta en esta infinidad de letras que chocan contra mis dedos, y tengo tanto miedo, y me siento tan robado y desposeído de todo lo que te rodea desde adentro, nunca creí… pero acá estoy, como un niño de 15 años otra vez, muerto de amor y de celos. Un amor que duele como la mierda, como un centenar de espinas clavadas en el hígado, y quizás lo merezco, lo sé y esta bien, pero hay un lugar, también, adentro de mi que no puede alcanzar ni la implacable lógica que intenta consolarme con la odiosa y complaciente voz del sentido común, ni la prudencia de saber que las cosas se regeneran rápidamente, que lo que ayer nos hacia arder en un fuego místico hoy es brisa de viento sobre palabras y preguntas como esta: ¿No eran para siempre aquellos hermosos y felices campos de frutilla?

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