domingo, enero 11, 2009

Nadie en Valizas

Todo el mundo estaba en Valizas. Estaban las raudas ráfagas de viento que transportaban la arena de un paraíso terrenal donde el tiempo parece una materia absolutamente distinta, donde la luna era insoportablemente intensa y las olas eran simplemente hermosas; estaba el arco iris, pintado divinamente con las majestuosas acuarelas del cielo sobre el Atlántico embravecido donde los lobos marinos morían sin remedio y acababan por pudrirse en la arena, a la vista de todos; estaban los argentinos, los brasileros, los de malvín, los de colón, los de buceo, todos enredados en el mismo y perfecto matorral de belleza artesanal que inundaba cada parte del cielo y de la tierra. Todos estaban ahí, los ranchos solemnes, respirando apenas aliviados en el intervalo que les provee el verano; la plaza Leopoldina, con su césped pisado y amarillo, con sus botellas con velas, con su eternidad mortal alumbrando a medias la profunda y acogedora inmensidad donde eramos los reyes de nuestro olvido y de nuestro ínfimo pero incalculable poder de brujos, poder que sin remedio dejamos pasar y vimos correr hasta perderse en el horizonte a causa de las turbias bocanadas de humanidad que se colaban en nuestros pechos inflamados de alegría y realización. Estaba el sol, soberano, genuino, poderoso y perfumado pero intensamente atormentado por gruesas nubes negras; estaba el Timón Valicero, con su pesada carga de historias perfectas, con su vino barato y helado de la madrugada; estaba mi corazón del año pasado, parado en cada rama baja, en cada gota de lluvia, en cada líquido cúmulo de estrellas, mirándome raramente, con mis mismos ojos del pasado. También estaba ésta prosa, entreverada en los pies de los hippies, mezclada con la sal oceánica en el cielo sin límite de otra tarde estival que no voy a olvidar mientras viva. Yo paseaba como un sonámbulo, envestido de mil ensoñaciones, encandilado con la belleza inigualable de la simpleza de los ciclos, la gente y el aire potentemente cargado de un rumor de eterna función de teatro joven. Estaba doña Nuri, en el rincón de los poetas, con toda su vitalidad todavía enraizada en la cachimba de su agua mágica, con su fresca, potente y dulce voz de maga antigua, con sus ojos de vieja hermosa y su promesa de estar también el año que viene. Estaba Agustina, Estela, Yuri, Martín, Karen, Daniel, Panchi y el Bachicha con sus enormes y desorbitados ojos amables, además, aunque de una manera poco tradicional estaba Demian, mirando a través de mis ojos y cantando con mi deshecha garganta de cigarrillos, vino y porro.
Por otro lado debo confesar que te recordé y que no pude evitar extrañarte con lo más hondo de mi alma y desear... desear que aquello que era absolutamente imposible tuviese un lugar fuera de mi cabeza de poeta imperfecto, fuera de mi pecho de gato resentido, pero solo pude desear...
También estaba la Triple Nelson, con su rochanrol blusero Valicero y su profundo, sostenido y cargado de melancolía grito de guerra, con el aullido de la Strato que rasgaba el aire húmedo de la playa y haciendo pedazos todo lo que creíamos que era cierto tocaba los cerros con la punta de sus dedos largos y melódicos, con delirante certeza y con la perfecta euforia del alcohol y los recuerdos. Estaba todo el mundo en Valizas... pero no había nadie... para mi no había nadie, tan solo un lánguido remanente del perfume de María Luz entreverado con el rastro penetrante del cedro santo y de la arena voladora, pero no había nadie, nadie en Valizas al amanecer.

2 comentarios:

ilegalmente rubia dijo...

mm suena a que estuvo bueno, sobre todo con la triple nelson, pero no se si suena a que te divertiste con ese final.. pero bueno espero que si

besos

NandoXXI dijo...

En realidad mis vacaciones fueron en aguas dulces donde si nos divertimos y descanzamos en pila, pero Valizas, donde estuve un día y dos noches, es un lugar muy peculiar, con una energía realemtne rara que te manosea el animo y no sabes bien que te pasó en realidad... no se... pero estuvo excelente

Gracias por pasar, como siempre, por leer y por comentar

un beso!