miércoles, enero 21, 2009

Versos tristes de una noche que acaba

Paso el ala herida de mi memoria
sobre el lago poderoso de sus ojos,
intento enviar un mensaje de guerra
contra ésta nueva trapisonda del destino.

En la selva oscura de mi pensamiento
encuentro la llave quebrada que alguna vez...
y que ahora se parece demasiado
a un número de teléfono y a la idea remota
de un balneario.

Pero hay mucho, cien mil veces más
en el guión encarnizado de éste viaje.
Conoceré el lánguido secreto solitario
o el murmullo embravecido de tus aguas.

Qué se esconde bajo la actriz consumada,
cómo encontrar su rastro de maíz perfumado.
Quisiera llamar al número del amanecer
y liberar la presa de mis labios sellados.

Pero por ahora espero
persiguiendo al alba.

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