sábado, enero 09, 2016

Canto para esta tarde de sábado

Incesante puñado de retornos 
Levaron las anclas 
Y el mundo descorre su telón 
Místico terciopelo 
Para dejar ver la esencia 
De eternidades caníbales 
Presunción de tempestades 
En el esmeril del horizonte 
Verdad superior a la tierra
Que sublima trivialidades
Para dar un golpe de sentido 
A este camino vacío de hormigas 
Que marchan hacia la muerte

A lo lejos, silbando penurias
El reloj cristalizado 
Ebrio de cansancios ancestrales 
Repite una canción de cuna 
Que adormeció infinitos
Mucho antes que nosotros
Y repetirá sortilegios 
Hasta que todos los soles se apaguen.

Cielo plomizo de enero
Manantial acurrucado
En ínfimas nostalgias 
Abrasivo encanto de lejanía
Curte las pieles 
Y florece en perpetuidad 
Cadena sin puntas
En las que corren leyendas
Horas de sales y ríos perlados
Que atraparan al tedio
En red de irresponsabilidades
Amor por la vida 
Y un dejarse llevar
Que suele traer llanto 
Temblor de estrellas
Atorado en cielos nevados 
Y regocijo de no entender
Esta vida fulminante 
Que encontrará acomodo
Tal vez 
Algún día, 

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