Como un río en la soledad, como una gota de sangre en la inmaculada planicie, siento que soy recibido… en esos ojos, en ese cabello, en esa sonrisa tan a flor de piel que enseñas como un precioso trofeo del alma. Siento que avanzo hacia un lugar donde hace tiempo que no estoy. No puedo atravesar con mis manos la cortina de humo de tus sueños, no. Pero pude acercarme sin temor y sin dudas, pude besarte, tomarte el rostro, y sentir tu energía como una ráfaga de aire fresco, sumamente tierno, sumamente compatible, tremendamente familiar. Retazos de un sueño, en una forma hermética e impredecible, cadenas que estallaron de silencio. Punto y aparte.
Ese contacto, esa caricia tan leve, esa mirada posterior, que hablaba sola, (supongo que yo igual) Todo en forma de cursis corazones que adoro sin miramientos. Todo en hora para la sensación de diminuto placer gigante. Todo en vueltas de humo rojo, en delicados bucles de pensamiento que suben hacia la sangre que nos colma en los labios y las mejillas. Hacia el Alba, no te rías. Voy.
2 comentarios:
No hay de que reír, si no de qué sonreír.
Sonreír frente a ti, frente a esas manos que anticiparon lo que ella quería y por sobretodo sonreír frente a ese recuerdo tan fresco de sentirte, que también era lo que ella quería (supongo) :).
P.D: Transición. Uds en transición. Agarrense bien de los asientos y los fierros porque van haber muchos pozos. :P
Jeje!!! lo mas grosso igual creo que ya paso o no?
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